El incidente ocurrió en el puerto Shahid Rajaee de Bandar Abbas, uno de los principales centros comerciales de Irán. Las autoridades investigan si hubo negligencia en el manejo de materiales peligrosos.
Una fuerte explosión seguida de un incendio sacudió este sábado el puerto Shahid Rajaee, el más importante de Irán, situado cerca de la ciudad costera de Bandar Abbas, en la provincia de Hormozgan. Al menos 516 personas resultaron heridas, según reportes de medios estatales, aunque hasta el momento no se han confirmado víctimas mortales.
El estallido, cuya causa aún no ha sido determinada, provocó una potente onda expansiva que se sintió a más de 50 kilómetros de distancia. El impacto fue tan severo que rompió cristales de edificios ubicados a varios kilómetros del epicentro y causó importantes daños materiales en las instalaciones del puerto.
Imágenes difundidas por la televisión estatal mostraron densas columnas de humo negro elevándose desde la zona portuaria. Testigos describieron cómo el suelo tembló al momento de la explosión, que afectó especialmente una sección del muelle donde estaban almacenados varios contenedores.
El Departamento de Puertos de Hormozgan informó que el área afectada contenía mercancías peligrosas, posiblemente productos químicos inflamables. La televisión iraní señaló que una posible negligencia en el manejo de estos materiales podría haber contribuido al incidente.
Equipos de emergencia y bomberos fueron desplegados rápidamente al lugar, mientras se evacuaban camiones y personal del área afectada. Las autoridades declararon el estado de alerta en todos los hospitales de Bandar Abbas para atender a los heridos.
El puerto Shahid Rajaee maneja más del 70% del comercio marítimo de Irán y está ubicado estratégicamente al norte del estrecho de Ormuz, paso clave para una quinta parte del suministro mundial de petróleo. La zona ha sido objetivo de tensiones en el pasado; en 2020, el mismo puerto fue blanco de un presunto ciberataque atribuido a Israel, lo que generó interrupciones logísticas de gran escala.
El primer vicepresidente iraní, Mohammad Reza Aref, ordenó una investigación inmediata para esclarecer el origen del estallido. La Compañía Nacional de Distribución de Productos Petrolíferos aclaró que las instalaciones energéticas de la región no se vieron afectadas y continúan operando con normalidad.
El suceso ocurre en un momento delicado para Irán, que mantiene conversaciones con Estados Unidos en Omán en torno a su programa nuclear. La coincidencia temporal con estas negociaciones ha llamado la atención de diversos analistas, aunque las autoridades iraníes no han sugerido hasta el momento la implicación de actores externos.
Agencias colaboraron en este artículo de Aurora
Si les ocurre esto con explosivos convencionales, también por su propio bien no se les puede dejar que manejen nada nuclear.