mar. May 13th, 2025

Las delegaciones de ambos países se reunieron en Roma por segunda vez. El objetivo: alcanzar un acuerdo duradero que impida el desarrollo de armas nucleares en Irán.


Estados Unidos e Irán concluyeron este sábado en Roma una nueva ronda de negociaciones centradas en el programa nuclear iraní. Las conversaciones, mediadas por Omán, buscan alcanzar un acuerdo que garantice que la República Islámica no desarrolle armas nucleares, según informó la cancillería omaní.


Ambas partes acordaron avanzar hacia “un acuerdo justo, duradero y vinculante que asegure un Irán libre de armas nucleares y sanciones, preservando su derecho a desarrollar energía nuclear con fines pacíficos”, detalló el Ministerio de Relaciones Exteriores de Omán a través de su cuenta en X (antes Twitter).


Aunque las relaciones diplomáticas entre Washington y Teherán están rotas desde 1979, ambas delegaciones calificaron la reunión como “constructiva”. El canciller iraní, Abás Araqchi, quien encabezó la delegación de su país, declaró que se logró “un mejor entendimiento sobre una serie de principios y objetivos” durante las cuatro horas de encuentro.


La delegación estadounidense fue liderada por Steve Witkoff, emisario para Oriente Medio. Las conversaciones se desarrollaron de forma indirecta, con ambas partes ubicadas en salas separadas y con el canciller de Omán transmitiendo mensajes entre las delegaciones, según precisó el portavoz iraní Esmail Baghai.


La tercera ronda de conversaciones está prevista para la próxima semana en Mascate, capital de Omán.

Foto: Captura de pantalla de YouTube

Un regreso tenso al diálogo

Las negociaciones se reanudaron tras las recientes amenazas del presidente estadounidense, Donald Trump, quien advirtió sobre posibles acciones militares si no se logra un nuevo acuerdo nuclear. Trump ya había retirado a EE.UU. del pacto multilateral de 2015 durante su primer mandato, rompiendo un consenso que involucraba a Alemania, China, Francia, Reino Unido y Rusia.


Si bien Trump reafirmó su política de “máxima presión” sobre Teherán, también declaró recientemente que “no tiene prisa por recurrir a la vía militar”, sugiriendo que Irán podría estar dispuesto a dialogar.


Por su parte, Irán mantiene su postura firme: limita las discusiones al ámbito nuclear y rechaza cualquier exigencia que implique suspender completamente su actividad nuclear. “Las demandas irrazonables e irrealistas no serán aceptadas”, advirtió Araqchi el viernes.


El estado del programa nuclear iraní

Desde el colapso del acuerdo de 2015, Irán ha elevado el nivel de enriquecimiento de uranio hasta el 60%, acercándose al 90% necesario para fabricar un arma nuclear, según el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA). Su director, Rafael Grossi, visitó Teherán esta semana y alertó que el país “no está lejos” de alcanzar esa capacidad.


El régimen iraní ha reiterado que su programa tiene fines exclusivamente civiles, como la producción de energía, y considera como “líneas rojas” tanto el desarrollo de su capacidad balística como su influencia regional. El ejército ideológico de la República Islámica, los Guardianes de la Revolución, también rechazó discutir cualquier aspecto relacionado con defensa.


Teherán mantiene su apoyo a grupos como Hezbollah, Hamás y los rebeldes hutíes en Yemen, lo cual genera preocupación en Occidente e Israel. Este último reafirmó su compromiso de evitar que Irán obtenga el arma nuclear.


Las próximas semanas serán clave para determinar si el diálogo puede superar años de tensiones y acercar a ambas potencias a un entendimiento que reduzca la amenaza nuclear en Medio Oriente.

Agencias colaboraron con este artículo de Aurora

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