El ministro de Relaciones Exteriores de Uruguay, Francisco Bustillo, removió del cargo al director de Asuntos Políticos de la Cancillería, Pablo Sader, tras reconocer que la votación de la delegación uruguaya en la Organización de Naciones Unidas (ONU) contra Israel fue un “error circunstancial”. El ministro aseveró además que el país sudamericano mantendrá “la línea histórica de sostén de los derechos de ese Estado”.
Bustillo designó a su jefe de Gabinete, Fernando López Fabregat, en reemplazo de Sader.
El 14 de septiembre pasado, el Consejo Económico y Social de la ONU votó una resolución en la que se alega que Israel está llevando a cabo “violaciones sistemáticas” de los derechos humanos de los palestinos, que afectan negativamente a las mujeres y niñas palestinas. Y también que “la ocupación israelí” es un grave obstáculo para las mujeres y niñas palestinas en lo que respecta a la realización de sus derechos.
Uruguay fue uno de los 43 miembros del Consejo que votaron a favor de la resolución. Tres países se manifestaron en contra (Estados Unidos, Australia y Canadá) y ocho se abstuvieron.
Bustillo aclaró, luego, que se trató de un “error circunstancial” y que su país continuará con su política de larga data de apoyo a Israel.
La votación desató la indignación de la comunidad judía local, que emitió un comunicado condenando la decisión, y llevó al embajador israelí, Yoav Magen, a solicitar una audiencia en carácter de urgente con el presidente Luis Lacalle Pou.
La votación en la ONU fue también duramente criticada por focalizarse exclusivamente en Israel e ignorar las graves violaciones que sufren las mujeres en otros países.
“En un momento en que Irán encarcela a activistas por los derechos de las mujeres como Nasrin Sotudeh y Narges Mohammedi, Arabia Saudita está encarcelando y torturando a numerosas activistas por los derechos de las mujeres, Pakistán tiene el mayor número de asesinatos de honor per cápita documentados y estimados que cualquier otro país del mundo, y Bielorrusia está golpeando a las mujeres manifestantes en las calles, es absurdo que estos regímenes misóginos señalen a Israel, único en el mundo, como un presunto violador de los derechos de las mujeres”, declaró la ONG UN Watch, con sede en Ginebra.