Una mujer de 76 años fue hallada muerta, con signos de violencia, en su vivienda en la ciudad de Naharía, en el extremo norte del país.
El hijo de la mujer, de 40 años, avisó a la policía y fue detenido.
Una investigación preliminar sugiere que la mujer fue asesinada a puñaladas por su hijo cuando estaba durmiendo.
La Policía de Israel y las agencias de servicios sociales han alertado sobre el aumento de denuncias de violencia doméstica desde el comienzo de la pandemia de coronavirus.
El domingo, el tribunal de distrito de Rishon Letzíon extendió la prisión preventiva del oficial de la policía, Amir Raz, quien confesó el asesinato de su esposa, Diana, a principios de mes, cuando sus cuatro pequeños hijos estaban en la vivienda.
En enero, Latricia Lanee Pointer fue asesinada en la ciudad de Yeruham, en el sur del país. Su marido dio aviso a la policía y relató que la había estrangulado.
En 2017, la Knéset (Parlamento) aprobó un plan para luchar contra la violencia doméstica, pero fue abandonado por falta de fondos. La mayor parte de los 250 millones de shekels (71 millones de dólares) que fueron asignados para el proyecto aún no han sido transferidos a las autoridades relevantes, según denuncian los activistas.