Un terrorista palestino arrojó a quemarropa, el sábado por la noche, una bomba incendiaria contra un soldado israelí en un puesto de control cerca del asentamiento de Kdumim, en Samaria (norte de Cisjordania), pero falló.
Un video difundido en los medios muestra al sospechoso que sale de un automóvil junto al puesto de control, se aproxima al soldado y le habla durante unos minutos. Extrae la bomba Molotov de entre sus ropas, la enciende y se la arroja a muy corta distancia al combatiente israelí que la esquiva.
Entonces, el agresor corre de regreso hacia el vehículo, lo pone en marcha y huye, sin que el soldado responda.
Las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) anunciaron que están investigando el incidente y que no se registraron daños ni heridos.
הערב בשומרון:
מחבל יידה בקבוק תעברה מטווח אפס לעבר חייל, ונמלט. מהתיעוד נראה שהחייל לא הגיב בירי.
בחווארה נפצע קל ישראלי בן 25 מיידוי אבנים ופונה לבית החולים pic.twitter.com/UvxnyFAliM— Carmel Dangor כרמל דנגור (@carmeldangor) December 19, 2020
El ministro de Asuntos de Jerusalén, Rafi Peretz, del partido religioso nacionalista Habait Haiehudí (Hogar Judío), respondió indignado que el incidente debía haber concluido con el “terrorista neutralizado”.
“Vivo o muerto”, apuntó Peretz, indicando que los comandantes de las FDI deberían asegurarse que un incidente de ese tipo “no se repita”.
El diputado del partido religioso nacionalista Yamina, Bezalele Somtrich, expresó también con exasperación que “Esta historia es una locura”. Smotrich argumentó que la culpa no era del soldado sino del “sistema judicial del Estado de Israel que se comporta como en Sodoma”, en referencia aparentemente a que las quejas de los legisladores de derecha de que los soldados muchas veces temen responder los ataques por temor a posibles enjuiciamientos.