Símbolo de una nueva era: imágenes de fraternidad entre israelíes y árabes en Bahrein

El profesor Yitzchak Kriess, Director General del Sheba Medical Center, se encuentra con el ministro de exteriores de Bahrein, Khaled Al-Khalifa

Más allá de las conclusiones y las consecuencias sobre el terreno que finalmente puedan salir de la conferencia económica de Bahrein que se celebró ayer y hoy, un evento impulsado por la administración Trump para impulsar la economía palestina y que supone la primera fase del esperado “Acuerdo del Siglo” para tratar de solventar el conflicto con Israel, se están produciendo una serie de imágenes y encuentros insólitos en Manama, la capital del pequeño estado del golfo pérsico.

La presencia de varios empresarios, negociadores no oficiales y periodistas israelíes y judíos está generando interacciones con la población local y personalidades diplomáticas del mundo árabe. Pero la imagen más destacable se produjo esta mañana: en la única sinagoga existente en el país –donde reside una minoritaria comunidad judía compuesta por unos 30 miembros-, se formó un círculo y varios presentes entonaron el cántico “Am Israel Jai” (el pueblo de Israel vive). Entre los presentes se encontraba Jason Greenblat, el asistente del presidente norteamericano Donald Trump responsable de negociaciones internacionales.

“Ha sido una oportunidad especial rezar esta mañana con un minyan (coro) en una sinagoga en Bahrein. Un gran modo de empezar el día. Fui preguntado por los motivos de mi rezo: mi familia, a la que echo de menos; y la búsqueda de la paz. Esto es un ejemplo del futuro que podemos construir conjuntamente”, comentó Greenblatt en su cuenta oficial de twitter.

Los periodistas israelíes acreditados en Bahrein aprovecharon para pasear e interactuar con la población local, y comprobar la percepción que tienen los lugareños sobre Israel. Mientras algunos seguían sin ver con buenos ojos al estado judío porque “existe en tierras que son musulmanas”, la presentadora de “Kaan news” Gili Cohen se llevó una gran sorpresa cuando al entrevistar a un joven árabe, éste le contestó en hebreo: “oh Jerusalén, yo te amo, la capital del rey David”. Se trataba de  Nuri al-Sharif, un saudí que se enamoró del hebreo y que enseña lenguas en Manama. “Amo el hebreo por los patriarcas, como el rey David, Isaiah, Daniel”, aseguró.

El reportero de “Times of Israel” Raphael Aren, que también está cubriendo in situ la conferencia, escribió en una crónica que a pesar de que la cuestión palestina parece lejos de resolverse –escollo principal para que Bahrein normalice oficialmente relaciones con Israel-, cabe destacar “el excesivamente caluroso recibimiento que se está brindando a los israelíes, una muestra de cómo los tiempos han cambiado. Un pequeño grupo de ciudadanos de lo era catalogado en su día como “el enemigo sionista” está siendo bienvenida con brazos abiertos en Manama”.

Quien mejor escenifica este cambio de paradigma es el ministro de exterior de Bahrein, Khalid al-Kalipha, fotografiado estrechándose la mano con el profesor Yitzchak Kriess, israelí que dirige el hospital Sheba. En declaraciones a “Kaan News”, al-Kalipha comentó que “tengo un mensaje para todos: esta es una oportunidad que no puede perderse. Igual que en su día se hizo historia en Camp David con Anwar Sadat (presidente egipcio que firmó la paz con Israel), creo que si nos tomamos esto en serio puede ser un verdadero cambio de paradigma”.

Según apuntan los presentes, las autoridades locales tuvieron cuidado de todo: incluso cuidaron la cuestión de la alimentación para aquellos judíos que respetan la ley alimentaria (kosher), ofreciendo productos adecuados para quienes los desearan. Si bien las relaciones oficiales no se reestablecerán oficialmente tras la cumbre “Paz para la Prosperidad”, lo incuestionable es que está contribuyendo a un caluroso acercamiento entre el estado del golfo e Israel.

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