Rosh Pina estival: turismo y arte

El jardín del Baron

Aire limpio, galerías y nuevo centro comercial

Rosh Pina no es una gran ciudad en términos estadísticos, sino sólo una moshavá pequeña en tamaño pero muy pintoresca. Es el primer establecimiento de la Galilea, con mas de 130 años de historia sionista, cuyos encantos turísticos recomendamos descubrir. No es casual que últimamente se haya despertado interés en esta localidad ubicada en la Galilea, pues es el sitio ideal para pasear sin temores de contaminación, con aire muy fresco, y con varias ofertas de entretenimiento para toda la familia.

Sofer en Shopina

La historia judía de Rosh Piná comienza en realidad en 1878 y se fortifica cuando un grupo de jóvenes pioneros decide abandonar la muy poblada ciudad vecina de Safed y funda un nuevo asentamiento agrícola en las cercanías de la aldea árabe llamada Ja’uni. El precursor de este proyecto fue el rabino David Shuv, quien también lo llamó “Rosh Pina”, nombre sacado de un versículo de los salmos. En 1882 los campesinos construyeron sus hogares a ambos lados de una única calle Rishonim, donde también se hallaba la casa PICA, entonces centro administrativo y residencia de los empleados del Baron de Rothschild. Actualmente Rosh Pina cuenta con una población de cerca de 3.000 habitantes.

La mayor atracción de Rosh Pina es la restauración de la moshavá tal como era en aquellos primeros tiempos pioneros; se conserva el auténtico estilo colonial y rústico que la convierte en una verdadera perla turística. Se sugiere visitar la casa PICA, un centro de visitantes en el que se presenta material audiovisual con la tecnología más avanzada. El espectador puede revivir la experiencia histórica del comienzo de la colonización en todos sus detalles. Un caminito sinuoso lleva al turista a la calle Hahaluzim, punto en el que se debe parar para apreciar un panorama espectacular, con la vista del Monte Hermón, las Alturas del Golán, el valle de Hula, y Jatzor de la Galilea.

Por la calle Boulevard se entra al “Jardín del Barón”, un rico y frondoso parque donde paseaban los aristocráticos del pueblo. Es un circuito que pasa por una rambla-jardín de terrazas floridas, entre frondosos árboles, con magnífica vista y fresca briza. Sugerimos recorrer con tranquilidad este bello sitio, cuyo diseño fue encargado por el Barón de Rothschild a arquitectos paisajistas franceses. Volviendo a la calle Hajalutzim, encontramos el Beit Wilkomitz, hogar del fundador y director de la primera escuela en idioma hebreo en Israel. Actualmente este complejo que había sido la escuela, ha sido renovado y hoy sirve de galería para los artistas de Rosh Pina, cuya obra se ha vuelto famosa en el seno de coleccionistas de arte.

La casa del maestro Wilkomitz.

Galerias de Arte en Beit Wilkomitz

The Well Gallery es una tienda pequeña y muy graciosa, especializada en artes y sabores, dos de los elementos que más alegran la vida. Hay en este local mágico una combinación fascinante de manjares y productos culinarios de la firma Beer (pozo) que se exponen junto a obras de arte de Sigal Eshet-Shafat, quien estableció con su compañero Inbar Shafat la fábrica boutique The Well Delicatessen en la que conservan una herencia culinaria de recetas pasadas de generación en generación. Más información en: http://www.thewell.co.il.

Sigal Eshet y su obra.

Sigal expone su obra bajo el nombre de Full Belly (Panza Llena). Nos cuenta que no quería volver a pintar y, buscando alguna forma nueva de expresar su arte, llegó al uso de elementos únicos como lienzos, alfileres, papeles para hornear y flores secas. Con estos elementos crea “trabajos personales e íntimos de la vida cotidiana, con un lenguaje visual que prevalece. Un estallido de creatividad que revela “su panza llena” en obras que invitan al espectador a acercarse y apreciar el contenido de la pieza. En este local se exhiben las obras de arte de otros artistas de Rosh Pina, como los trabajos de orfebrería fina de Roei Evgi, un artista que diseña joyas, o las crea y las renueva por encargo. También realiza talleres de orfebrería.

Sigal Marco.

En el complejo se halla el estudio Badbadim de Sigal Marco, dedicada al diseño y la creación de atractivas y cómodas bolsas de tela, súper originales; cada una es un modelo exclusivo, un diseño muy agradable confeccionado en telas duraderas y coloridas. Entre otros artículos creados por ella se encuentran delantales de cocina infantiles que son un primor,  fantasías y joyas hechas a mano, todo de tipo ecológico. Colors of light es el nombre de un estudio donde se realizan trabajos en papel, entre ellos las lámparas. La creadora Sari Shapira declara: “Los colores cálidos que se reflejan en el papel capturaron mis ojos y mi corazón. Las lámparas emiten una luz cálida y son amigables al medio ambiente”. También están los trabajos de cerámica y artículos para el hogar de Efrat.

Obra de Aviva

Se encuentran también las obras fantásticas de la artista visual chilena Aviva Sawicki, quien se dedica a trabajar entre otras técnicas en tejidos. Desde muy pequeña estudió grabado, dibujo y pintura al óleo con los mejores metros. A los 20 años llegó a Israel, estudió historia del arte e historia del teatro y egresó de Bellas Artes en Haifa. Realizó numerosos cursos y trabajó en instituciones culturales. Volvió a Chile, donde estudió nuevas técnicas. Desde hace 10 años exhibe en Rosh Pina, y la mayoría de sus obras se venden a coleccionistas de todo el mundo.

Nuevo Shopina al aire libre

Shopina es el nuevo centro comercial que se abrió recientemente a la entrada de Rosh Pina, y ofrece una experiencia de compras y entretenimiento de calidad. El complejo y su diseño especial irradian sofisticación, innovación y una atmósfera de ultramar en el corazón de Galilea. Rosh Pina ha sido durante mucho tiempo un centro por el que pasan miles de excursionistas que la atraviesan durante todo el año, rumbo a las atracciones en localidades norteñas. El complejo fue planeado y diseñado por el arquitecto Eran Mabel, con diferentes edificios y una serie de tiendas caracterizadas por escaparates particularmente altos y grandes. Todo está erigido con los mejores materiales de construcción.

Eliran y Monique en Golda.

Matti Sofer, el administrador, explica que en los 6.000 metros cuadrados del complejo hay locales de calidad que combinan todas las áreas comerciales necesarias: tiendas de moda para mujeres, hombres y niños, marcas líderes de moda, productos deportivos, zapatos, tiendas de estilo de vida y farmacias. Y no falta la buena cocina. Entre los locales culinarios se halla la heladería “Golda” con los exquisitos productos de la famosa red “Anita”  (La “Mamma” de los helados italianos). Eliran y Monique, los dueños, venden riquísimos helados al estilo italiano, de producción diaria, con gustos exquisitos a pesar de ser muy sanos, preparados con cremas, frutas, salsas o chocolates, todo de primera calidad y por supuesto sin azúcar. Se puede comer también en la sucursal de “Joya” comida italiana, y si se prefiere la carne en “Gig´s”.

Local Gig’s.
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