Saad Hariri comunicó la decisión de renunciar al puesto de primer ministro del Líbano. Según el mismo Hariri, su motivo principal fueron «diferencias claves» con Michel Aoun, el presidente respaldado por Hezbollah.
Líbano vive en estos días la peor crisis económica, política y social desde la Guerra Civil que finalizó en 1990. Según el Banco Mundial, la crisis libanesa es una de las peores del mundo en los últimos 150 años.
Hariri fue el jefe de gobierno del Líbano de 2009 a 2011 y nuevamente en 2016 a enero de 2020. Luego volvió a ser nombrado a fines de 2020 para formar un nuevo gobierno.
Sin embargo, en estos últimos nueve meses, Hariri y el presidente Aoun nunca pudieron conciliar sus posiciones. Hezbollah, el grupo terrorista que participa de la vida política del país, es uno de los respaldos de Aoun, que incluso llegó a reunirse con el líder de Hamás, Ismail Haniyeh.
Según la constitución libanesa, los altos cargos deben ser repartidos entre las distintas religiones que conviven en el país. Así, mientras el presidente debe ser cristiano maronita, el primer ministro debe ser un musulmán suní.