¿Quién se anima a consumir proteína en polvo derivada de la mosca de la fruta?

Larvas de mosca de la fruta en polvo. Foto: Eran Gronich

¿Cómo? “En la proteína de insectos están sólo las cosas buenas sin las malas”, indicó con entusiasmo Eran Gronich, director ejecutivo de la empresa con sede en la ciudad costera de Ashdod.

De acuerdo con la compañía, el polvo derivado de larvas de mosca tiene un 70 por ciento de proteína y el resto contiene importantes aminoácidos y minerales como calcio, hierro, zinc y magnesio.

A diferencia de la carne, la producción de proteína en polvo basada en insectos no tiene pesticidas ni antibióticos, es baja en grasas, necesita mucha menos agua y muy poca tierra para producirla. “Podemos cultivar al mes el equivalente de larvas a una vaca de entre 300 y 400 kilogramos y en apenas un metro cuadrado”, le contó Gronich a ISRAEL21c en Español.

Desde su puesto en Flying SpArk, el directivo estima que, en comparación con la producción de carne, por cada 1.000 toneladas de proteína en polvo producida se ahorran 110 millones de metros cuadrados de agua dulce, 50.000 hectáreas de tierra y 55.000 toneladas de emisiones de gases de efecto invernadero.

“La proteína derivada de insectos es una solución para todo. Es saludable, sustentable y económica de producir”, expresó Gronich.

Flying SpArk es una de las tantas nuevas compañías que “cultivan” insectos para salvar al planeta de los desastres ambientales y alimentar a un número creciente de personas hambrientas.

Es que, según algunas estimaciones, para 2050 la población mundial podría superar los 9.000 millones según algunas estimaciones. En ese contexto, la humanidad necesitará un 70 por ciento más de producción de alimentos.

Hoy en día, la Organización de las Naciones Unidas afirma que una de cada nueve personas sufre de desnutrición crónica y que 51 millones de ellas son niños menores de cinco años.

¿Qué insectos conviene usar?

Gronich es un emprendedor serial de Internet que reunió a un equipo de entomólogos y amantes de la comida junto a científicos especializados en el estudio de insectos. Lo que quería saber era, básicamente, qué insectos convenía usar.

“Hay compañías que utilizan todo tipo de insectos como saltamontes, grillos, gusanos de la harina, etc. Hasta donde sabemos, somos los únicos que usamos larvas de mosca de la fruta”, explicó el empresario.

Como todos los insectos, las moscas de la fruta ponen huevos. Sus larvas, que viven solo usa semana, son la fase entre el huevo y la aparición de una mosca bebé conocida como “pupa”.

Las larvas no oyen, sienten ni ven. No hay una relación parental entre una mosca madre y las larvas, que todo lo que hacen es comer con mucho apetito.

En esa semana, la masa corporal de la larva aumenta 250 veces y esta es una de las principales razones por las que Flying SpArk eligió producir proteínas con moscas de la fruta.

La compañía procesa las larvas -que no son organismos genéticamente modificados- en un polvo blanco. Para ello se usan todas las partes de las larvas (hay casi cero desechos), a diferencia de otros insectos como las langostas de tierra.

El polvo resultante apenas tiene olor o sabor, lo que le facilita ser incorporado a cualquier tipo de comida, desde una hamburguesa hasta un batido energético.
Otros tipos de proteínas en polvo pueden tener un olor fuerte que los fabricantes deben enmascarar, lo que limita su aplicación.

Alimentar primero a los animales 

El primer uso del producto, que Gronich espera que esté disponible este año, será para la alimentación de animales mientras que la aprobación de la Administración de Alimentos y Medicamentos de EEUU (FDA) para que sea de uso humano no llegará antes de 2022.

Mientras tanto, Flying SpArk establece una planta de fabricación en Tailandia, donde comer insectos no es un tabú. “Hay cerca de 2.000 mil millones de personas que comen insectos en el sur de Asia, África y América del Sur”, dijo Gronich.

Desde 2019, la compañía está asociada con el fabricante de productos del mar Thai Union, la mayor factoría de atún enlatado del mundo, para desarrollar juntos un producto denominado NoTuna.

En Occidente, Flying SpArk sabe que lo suyo será más difícil de vender ya que aparte del “factor asco” un ejemplo es que para los judíos observantes está el problema de que las moscas de la fruta no son kosher.
Por el contrario, la startup israelí de tecnología alimentaria Hargol está criando saltamontes kosher para el consumo.

¿Y qué con los veganos? ¿Adoptarán la proteína de insectos en polvo o la rechazarán?

Gronich indicó que existe la posibilidad de que aquellos veganos para quienes no dañar a los animales es su razón ideológica, esta proteína pueda ser una opción. “Las larvas no son lo mismo que una vaca. No hay sufrimiento como en una granja de cerdos o un criadero pollos”, describió.

Producción económica y sustentable

El equipo de Flying SpArk con su director ejecutivo Eran Gronich a la derecha. Foto cortesía de Flying SpArk

La compañía buscará vender la tonelada de polvo de mosca de la fruta a cerca de 48.000 shekels (USD 15.000).
Una versión líquida del producto -en forma de aceite transparente- podrá ser usada en suplementos dietéticos e incluso cosméticos.

Flying SpArk nació en 2015 con el nombre “Flying Ark”, una referencia bíblica al Arca de Noé pero luego el Ark se convirtió en SpArk -chispa, en inglés- para insinuar, dijo Gronich, que la empresa “puede dar una solución a la humanidad a través de una fuente de proteína saludable, sustentable y económica”.

La empresa pasó por programas de incubadora que como MassChallenge y el campo de entrenamiento IKEA. En 2016 se sumó a The Kithcen FoodTech Hub, una iniciativa creada por Strauss Group en Israel junto a la Autoridad de Innovación de Israel.
Strauss tiene cerca del 25 por ciento del paquete accionario de Flying SpArk.

En febrero de este año, Flying SpArk se hizo pública y recaudó unos 20 millones de shekels (USD 6.000.000) en la Bolsa de Valores de Tel Aviv. La planta de producción de Tailandia será la principal beneficiaria de esos fondos.

Una proteína alternativa

En lo que respecta insectos en el plano local, Hargol es el principal competidor de Flying SpArk pero hay unas 300 compañías de tecnología alimentaria en Israel que están creando una vasta gama de proteínas alternativas.

Estas son algunas que se destacan por su enfoque innovador:

  • InnovoProChickP desarrollan alternativas de carne de sabor neutro a base de garbanzos.
  • Amai Proteinsestá desarrollando sustitutos del azúcar basados en proteínas.
  • Redefine MeatSavorEat trabajan con carne vegana impresa en 3D.
  • More Foodsavanza con una alternativa de carne a base de levadura.
  • Yofixproduce yogur sin soja elaborado con avena, legumbres y semillas.
  • Zero Eggofrece una alternativa al huevo a base de plantas que ya está disponible para operadores y fabricantes de servicios de alimentos en EEUU, Europa e Israel.
  • Kinoko Techobtiene su proteína vegana de hongos
  • Rilbitedesarrolló una hamburguesa de “plantas picadas”.

Para más información, clic aquí.

Fuente: ISRAEL21c

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