Terroristas de Hamás desfilan en Gaza - Foto: REUTERS/Mohammed Salem

¿Quién ganó la última guerra entre Hamas e Israel? Dado que la guerra consiste en infligir dolor, ganar puede evaluarse mediante dos parámetros distintos de dolor. El primero es el equilibrio del dolor infligido por cada bando en el otro. El segundo es la capacidad de cada bando para soportar el dolor. Sobre la base de estos dos parámetros, Israel puede ser declarado ganador en el reciente enfrentamiento.

El daño material es un indicador cuantificable de dolor. El mundo puede ver en la televisión la magnitud de la destrucción en Gaza. Por el contrario, solo 130 misiles disparados por Hamas cayeron en centros civiles israelíes (de 4.300 cohetes y misiles lanzados desde Gaza). El sistema de defensa de misiles Cúpula de Hierro de Israel interceptó el 90% de los misiles entrantes, minimizando seriamente los daños materiales y las bajas en Israel. Por lo tanto, Israel infligió mucho más dolor a Hamás que el que Hamás causó a Israel.

Además, Israel logró su objetivo declarado: la degradación de las capacidades militares de Hamas.

El segundo parámetro, con respecto a la capacidad de cada lado para soportar el dolor, es más difícil de medir. Pero nuevamente, parece que Israel ganó la guerra en este sentido.

Fue Hamas quien pidió un alto el fuego, para poner fin a la destrucción israelí de su infraestructura militar y la caza de sus líderes. Hamas estaba menos dispuesto que Israel a seguir pagando el precio del conflicto militar. Los simpatizantes de Hamas de todo el mundo exigieron una tregua. Por el contrario, los israelíes (incluidos los residentes más afectados de la zona cercana a Gaza) estaban dispuestos a continuar la guerra.

Probablemente, la mayoría de los israelíes tienen sentimientos encontrados sobre cómo terminó este encuentro y se preguntan si se hizo suficiente daño a los activos militares de Hamas para disuadir a la organización terrorista de volver a entrar en guerra pronto con Israel. Esto indica una gran capacidad de recuperación social y voluntad de soportar el dolor por parte del público israelí.

La guerra terminó, principalmente, porque Israel se quedó sin objetivos militares de Hamas que valieran la pena y alcanzables para atacar desde el aire (no debido a la presión internacional sobre Israel). Esto subraya los límites de la notable inteligencia militar de Israel y de su poderío aéreo ofensivo. En una próxima ronda de combates, una invasión terrestre israelí podría traer mejores resultados, pero eso sería muy costoso en bajas. Además, la necesidad de Israel de contrarrestar los desafíos más peligrosos de Hezbolá e Irán al norte de Israel exige precaución y la preservación de las fuerzas de combate en ese frente.

La guerra no siempre es un juego de suma cero en el que un bando gana todo. En este caso, Hamás obtuvo algunos éxitos, principalmente en el ámbito intra-palestino. Resultó ser el «portador de la llama de la resistencia a Israel», con énfasis en la lucha por Jerusalén. Sin embargo, la capacidad de Hamás para capitalizar este logro es limitada. No logró cambiar el status quo en Jerusalén. De hecho, Israel reabrió el Monte del Templo para judíos y turistas inmediatamente después de que la tregua entró en vigencia. Además, la mayoría de los palestinos en la Ribera Occidental [Cisjordania] no se manifestaron en apoyo de Hamas, y los temores de que Hamas se apodere de la Ribera Occidental son muy exagerados. Las FDI [Fuerzas de Defensa de Israel] pueden evitarlo.

Hamas provocó una pequeña y breve insurgencia de árabes israelíes (musulmanes) contra Israel. Esto sorprendió a Israel y probablemente sea el mayor logro de Hamas. Este fue un despertar para Israel. El liderazgo israelí comprende que tiene un problema que debe solucionarse antes de que estalle una guerra de múltiples frentes.

Las consecuencias internacionales tampoco son sombrías desde la perspectiva de Israel. Estados Unidos respaldó a Israel durante once días de lucha, al tiempo que defendió el derecho de Israel a defenderse. En el Consejo de Seguridad de la ONU, Washington bloqueó varios intentos de censurar unilateralmente a Israel o imponer un alto el fuego. Los europeos estaban divididos, pero los amigos de Israel en la UE [Unión Europea] impidieron que se adoptaran resoluciones antiisraelíes. Los ministros de Relaciones Exteriores de Alemania (el país europeo más importante), República Checa y Eslovaquia viajaron a Israel para mostrar su apoyo. Europa del Este y Central apoyó a Israel. En una muestra de apoyo sin precedentes, se izaron banderas israelíes en algunos edificios gubernamentales y parlamentarios europeos.

La mayoría de los Estados árabes expresaron solo críticas leves a Israel y ninguno convocó a sus embajadores. En verdad, estaban felices de ver a Israel golpear a Hamas. Saben que Hamas es una rama de la Hermandad Musulmana que también es un enemigo para ellos. Egipto, el aliado estratégico de Israel, obtuvo el crédito por el alto el fuego.

Desafortunadamente, la mayoría de los medios internacionales continúan con reportajes sesgados contra Israel, y no puede esperarse que exista un periodismo más comprensivo. La yuxtaposición de la destrucción y los niños muertos en Gaza con los éxitos de la Cúpula de Hierro en la intercepción de misiles de Hamas sobre Israel no es propicio para ganar una guerra mediática. Además, identificarse automáticamente con el lado más débil es un mal juicio moral.

Un segundo objetivo de Israel en esta guerra fue el restablecimiento de la disuasión contra Hamas, al menos durante un período de mediano plazo. De hecho, Hamás probablemente necesitará tiempo para recuperarse y reconstruirse después de este encuentro militar. Por supuesto, la duración de la pausa entre esta guerra y la siguiente depende en gran medida de cómo reaccionará Israel a las provocaciones «menores» de Hamas, como el disparo de uno o dos misiles o el envío de globos incendiarios a Israel. Solo el tiempo dirá si Israel ha tenido éxito en comprar para sí mismo algún tiempo antes de tener que «podar el césped» en Gaza nuevamente.

Fuente:  JISS – The Jerusalem Institute for Strategy and Security

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