El Ministerio de Turismo se unió a PAMI para organizar un interesante paseo por Jerusalén, al que fuimos invitados y a través del cual se nos revelaron nuevas atracciones que uniéndose a las ya conocidas, nos presentan una muy completa imagen de una ciudad intrigante, plena se sorpresas y con muchas ofertas para toda la familia, muy atractiva especialmente en verano. “PAMI” es la sigla de La Compañía para el Desarrollo de Jerusalén Oriental Ltda, una institución estatal que fue fundada en el año 1966 con el objetivo de desarrollar y restaurar los barrios, también se dedica a operar sitios turísticos y a promover proyectos de todo tipo.
Comenzamos el paseo visitando el complejo llamado “Beit Ot HaMutzar” (House of Quality o Casa de Señalización de Productos) que es actualmente una muy especial galería de arte, dirigida por Itzhak Weiss, quien nos cuenta que este complejo era un hospital oftálmico, construido en 1925 en un estilo romántico como un tributo a la arquitectura de Oriente y Occidente y en los muros del patio están tallados los símbolos de la nobleza de los Caballeros de la Orden que contribuyeron a su construcción. Es un patio árabe tipo “khan”, arcos cruzados, un techo árabe y moderno. Actualmente asoman al gran patio varias galerías, y en una colorida sala de cerámica que sirvió como sala de espera de los pacientes.
Desde 1969, existe una galería de artistas abierta al público en general. Para los más aventureros, se puede hallar aquí un túnel subterráneo de 300 metros de largo que conectaba el hospital con el edificio de la clínica ambulatoria. Durante la Guerra de la Independencia, el túnel se llenó de explosivos por si los jordanos lo encontraban. En este complejo se llevan a cabo también eventos culinarios, organizados por el “Persona” un bar de tapas del chef Meir Ben Ezra, quien tiene planes de abrir en la amplia terraza del complejo su imperio culinario.
Desde este complejo partimos para realizar el El Paseo por las Murallas (Taielet Hajomot) una actividad muy recomendada para toda la familia. Nos acompañaron en este paseo Jullie Bar directora de PAMI y la joven argentina Jessica Cohen, directora de Medios de PAMI. Esta “Taielet” es un sitio Patrimonio Mundial de la UNESCO y ofrece hasta 4,5 km de caminata segura, al aire libre frente a las maravillosas vistas de la ciudad vieja y nueva, en el aire limpio y claro, muy por encima de la ciudad, y a propio ritmo.
Allí hemos escuchado el sonido vibrante de la ciudad que se percibe en toda su fuerza, en unas murallas construidas hace unos 500 años por el sultán Solimán. Apreciamos una vista aérea espectacular de la ciudad y también se puede ver la vida dentro y fuera de las murallas. Se ofrece un paseo guiado acompañado de anécdotas interesantes, como la romántica historia de la sultana Roxelana, una joven esclava de la que se enamoró Solimán.
Las murallas constituyen la frontera de la Ciudad Vieja y tienen siete puertas, su recorrido ofrece una vista panorámica de toda la ciudad. El paseo es también un recorrido histórico de Jerusalén. Se divide en dos rutas: La ruta del sur, desde la Puerta de Iafo hasta el Muro de los Lamentos y la del norte, desde la Puerta de Iafo hasta la Puerta de los Leones, con posibilidad de descender a la Puerta Nueva, o la Puerta de las Flores.
Paseamos por esta ruta en un circuito que combina piedras de uso secundario e instalaciones como salas de guardia y torres, rendijas de tiro, balcones de asalto y control, decoraciones de piedra, celdas de combate y más. Es interesante tener en cuenta que durante el verano se puede realizar el paseo todos los días (menos viernes) también al atardecer hasta las 22hs, lo cual es más fresco en los días de verano. Es muy atractivo ver el ocaso cuando la ciudad se cubre de tonos dorados.
Más datos y reservas: www.pami.co.il
Tras este circuito paseamos por el Barrio Cristiano de la ciudad vieja, y nos sorprendió verlo por primera vez muy vacío, debido a que no hay turismo del exterior. Pero justamente por ello pudimos apreciar su belleza especial. Fuimos invitados a descansar en un sitio del Barrio Cristiano, muy cerca del descenso del paseo de las Murallas en la puerta nueva. En “La Patisserie” de Abu Seir, que resultó ser algo realmente delicioso para comer y deleitarse con la más rica repostería, en un ambiente europeo. El lugar fue inaugurado durante la epidemia por Abu Seir, quien era el pastelero del Hotel Ciudadela de David. Trabajan con él sus hijas, y todo queda en familia. Abu Seir, pastelero durante 20 años, es miembro del proyecto “Chefs for Peace” , es Licenciado en Administración Hotelera de la Universidad de Belén, completó una formación avanzada en París y Bélgica, dedicándose especialmente a la repostería
Paseamos también por el Barrio Judío (Harova Haiehudí) donde pudimos visitar las Cuatro Sinagogas Sefaradíes y el Hotel “Habait Hasfardí” un hotel que quien desee experimentar la ciudad vieja en su santidad, especialmente los fines de semana, debe alojarse en este sitio. Un confortable hotel con 50 habitaciones, diseñado de forma moderna, en un lugar antiguo y a precios asequibles. Se halla en el corazón mismo del barrio en un edificio muy antiguo. Israel Shalem, el director general del mismo, nos dice que por su ubicación es adecuado para huéspedes de todas las religiones, ya que en un radio de 500 metros se hallan todos los sitios importantes de las tres religiones.
Las Cuatro Sinagogas Sefaradíes forman un complejo que consta de cuatro templos yuxtapuestos e interconectados, construidos y reconstruidos en diferentes períodos para dar cabida a las necesidades religiosas de la comunidad sefardí, donde cada congregación practica su propio rito (ya sea sefardí o bien otro). Las cuatro son: Sinagoga Eliahu Ha-Naví, siglo 16, la Sinagoga Yojanán Ben-Zakai, de 1610, la Sinagoga Estambul de1764 y la Sinagoga Kahal Tsion (Sinagoga del Medio), último tercio del siglo 17.
Llegamos al local llamado “La casa del Muro Occidental” invitados por Shabtai Eisenstadt, el director de la «Experiencia de Jerusalén». Se trata de un nuevo complejo de alojamiento, y se ofrece alquilar habitaciones en el lugar para la celebración de eventos familiares, tales como Bar o Bat Mitzvá. No es un alojamiento de lujo, pero si confortable. Desde sus balcones y ventanas se puede ver la vista más espectacular del Muro de los Lamentos y del Monte del Templo. Allí encontramos a un mexicano, el rabino Yehuda Peretz, que fue pastor cristiano, un ex jugador de béisbol que dejó todo y se convirtió al judaísmo. Es un escriba que nos mostró cómo escribir una “mezuzá” en forma correcta y como descubrir errores en las letras sagradas.
Es también cantautor, sociólogo, filósofo y maestro de la lengua hebrea quien además de su música (canciones litúrgicas en español también) cuenta la interesante historia de su vida. Su nombre era Alfredo Díaz, el heredero devoto de la parroquia de su padre, clérigo emergente en Veracruz, quien hace más de 28 años se embarcó en una odisea espiritual que lo trajo a Israel, con toda su familia convirtiéndose todos al judaísmo. Ahora es el rabino Yehuda Peretz ben Avraham Avinu
Otra experiencia especial en el barrio judío, fue la visita al hogar de la rabanit Dina Brandwine, en el marco del proyecto “Mujeres e historias en Jerusalén”, establecido por iniciativa de la Municipalidad de Jerusalén, que es un verdadero ejemplo de turismo social en el que las mujeres acogen a individuos o grupos y cuentan la historia de sus vidas. En este caso Dina nos recibió en su hogar y nos contó sobre su familia, sus costumbres y estilo de vida tan especiales, todo acompañado con un refrigerio ligero. La hospitalidad en el hogar es actualmente una de las tendencias más destacadas en la industria del turismo mundial. El proyecto incluye mujeres de todos los ámbitos de la sociedad de Jerusalén: laicas, ultra ortodoxa, religiosas nacionales, judías, cristianas y musulmanas.