Tamar Borer estrena en estos días la pieza “NOOR”, una obra para 6 bailarines y músicos, “un viaje de esparcimiento y una búsqueda de la respiración inicial, del inicio del movimiento y del sonido” como explica la creadora.
Tamar Borer es una artista y coreógrafa multidisciplinaria que crea y actúa en Israel y en todo el mundo, y cuyo trabajo ha ganado elogios de la crítica.
La música y el diseño de sonido es de Tom Klein, violonchelista, productor musical y profesor, ganador de premios y becas, se presenta en Israel y en todo el mundo como intérprete y creador. Graduado de la Academia de Música y Danza de Jerusalén y de la Facultad de Sonido y Producción Muzik, en Israel, sus obras se han exhibido en varios festivales.
Se presenta el 31.3 y el 1.4 en la sala “Hateiba” de Iafo.
Sobre “Noor” nos cuenta Tamar que a través de la misma “hace un llamado a recordar lo que se nos olvida en nuestra relación con nuestras vidas y con las vidas de los demás”. Informa que la pieza se abre con un espectáculo surrealista de criaturas híbridas que se mueven sobre un abismo negro y enorme.
La música emana de una explosión que deja tras de sí un horizonte delgado, un sonido formado por diferentes capas, que encarna un principio filosófico chino: uno lleva sobre su espalda la multiplicidad, y la multiplicidad nos lleva dentro”.
Agrega “la escisión del sonido da lugar a diferentes formas de vida. Los fragmentos de sonidos y sílabas se transforman de materia prima en palabras y oraciones, y en una oración particularmente familiar. Los bailarines se entierran, se abrazan y se levantan, se dedican a un movimiento suave y poderoso, se limpian, se apoyan y se mueven con las frecuencias sutiles de la música en un movimiento armonioso, coordinado y sencillo”
Tamar Borer estudió en el American Ballet Theatre de Nueva York danza moderna y arte con Rina Schenfeld, danza balinesa en Indonesia, danza trance en México y danza Bhutto con Kazuo Ono, el fundador del estilo en Japón.
En 1990 tuvo un accidente automovilístico que la dejó paralizada de ambas piernas. Sin embargo, Borer continuó creando, en especial un nuevo lenguaje de danza minimalista y muy efectiva en cuanto a emociones. Más aun con su estilo propio continúa actuando y enseñando, y ganando premios en Israel y en todo el mundo.
Sus obras han sido invitadas a muchos festivales de danza y su trabajo aborda a menudo observaciones filosóficas de la conciencia humana y los derechos humanos, y colabora con artistas de diversos campos.
Paralelamente al esfuerzo artístico, realiza reuniones para el empoderamiento de poblaciones únicas, imparte talleres de danza Bhutto para bailarines, artistas y terapeutas de arte y guía a los estudiantes de maestría en danza en el arte en varias academias y entornos.
Fotos: Tamar Lam