Netanyahu y Gantz, divididos sobre plan de anexión a apenas un día del plazo

Benny Gantz y Benjamín Netanyahu Foto: Menahem Kahana/Pool vía REUTERS

El primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, y su principal socio de Gobierno, el titular de Defensa, Benny Gantz, siguen divididos sobre cómo y cuándo poner en marcha el plan de anexión de partes de Judea y Samaria (Cisjordania), a apenas 24 horas del día previsto para poder iniciar el proceso.

Este desacuerdo ilustra una vez más la aparente fragilidad del Ejecutivo de unidad, cuyos dos pesos pesados -hasta hace poco rivales- no parecen alcanzar consensos en algunas cuestiones esenciales.

La anexión lo ha vuelto a evidenciar: Netanyahu quiere extender la soberanía al territorio disputado, pero Gantz no quiere dar pasos unilaterales sin coordinarse con los principales actores de la comunidad internacional.

«El 1 de julio no es una fecha sagrada» para ello, informa el diario Haaretz que dijo Gantz en una reunión con altos cargos de EE.UU. que están en Jerusalén para revisar los detalles y dar su beneplácito final a la anexión, a la que el presidente estadounidense, Donald Trump, dio vía libre este enero con la presentación de su propuesta de paz.

Israel, inmerso en un aumento de los contagios por COVID-19, está en una situación delicada por la pandemia, y según Gantz, cualquier tema no relacionado con esta cuestión queda en segundo plano.

«Lidiar con el coronavirus y sus consecuencias sanitarias y socioeconómicas es el asunto más urgente a tratar ahora mismo», dijo Gantz, según el digital Times of Israel.

Pero Netanyahu, para quien la anexión es un punto fundamental de su agenda política, no quiere pisar el freno y quita valor a las advertencias de su aliado.

Según aseguró, la postura de su socio «no es un factor» que determine el debate o los preparativos del plan, al que el liderazgo palestino se opone, y que la mayor parte de la comunidad internacional rechaza.

De hecho, según el acuerdo de coalición, Netanyahu y Gantz tienen poder de veto mutuo sobre todas las cuestiones gubernamentales, pero la anexión es una excepción: el primer ministro puede presentar una propuesta al Gabinete o al Parlamento para empezarla, incluso sin la aprobación de su socio, lo que le da un mayor margen de maniobra sobre este.

Sin embargo, el embajador de EE.UU. en Israel, David Friedman, y el enviado especial de la Casa Blanca para Oriente Medio, Avi Berkowitz -en Israel desde el pasado día 26- intentan que ambos acerquen posiciones y lleguen a un consenso que dé más fuerza al proceso. EFE y Aurora

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