El primer ministro, Benjamín Netanyahu, realiza desde ayer varias reuniones con líderes de partidos de derecha para negociar la formación de gobierno en Israel ante la falta de mayorías claras, tras recibir el encargo para intentar crear una coalición.
El jefe de Gobierno interino busca formar un nuevo Ejecutivo que saque a Israel del bloqueo político, pero solo tiene el apoyo de 52 diputados de su partido Likud y de sus socios religiosos y de ultraderecha, por debajo de los 61 escaños en una Cámara de 120, el mínimo necesario para confeccionar el Ejecutivo.
Ante ello, intenta acercar posturas con el líder del partido nacionalista Yamina (Derecha), Naftali Bennett. Este obtuvo 7 asientos en los comicios del 23 de marzo, se ha mantenido ambiguo y aún no ha expresado si apoyaría o no a un Gobierno liderado por Netanyahu, por lo que es uno de los actores clave que podría inclinar la balanza.
Bennett -que formó parte de ejecutivos anteriores de Netanyahu en varias carteras ministeriales- fue recibido por el primer ministro en su residencia oficial de Jerusalén.
Es la primera vez que se encuentran después de que el presidente, Reuvén Rivlin, asignara la tarea de crear Ejecutivo a Netanyahu este pasado martes.
El dirigente tiene un plazo de 4 semanas -más 14 días adicionales que puede solicitar- para lograr el difícil cometido de montar una coalición que haga salir al país del largo estancamiento político.
También se reunió con Bezalel Smotrich, el líder del Partido Sionista Religioso, una formación ultraderechista, homófoba y anti-árabe que le respalda para formar Ejecutivo. Sin embargo, esta se niega a integrar una coalición que pueda depender del apoyo del islamista Raam, un partido árabe con 4 asientos que es otro actor clave y puede ser crucial para que Netanyahu alcance la mayoría.
Según los reportes, Smotrich y Netanyahu mantuvieron una larga reunión en la que acordaron hacer lo posible para que Bennett no decida aliarse finalmente con el amplio bloque de partidos opositores al primer ministro, que encabeza el centrista Yair Lapid.
Bennett y Lapid tuvieron contactos estas semanas para sondear maneras de formar Ejecutivo, pero esto dependería también del apoyo de un heterogéneo grupo de formaciones de gran diversidad ideológica (izquierda, centro y derecha), algo muy difícil de encajar.
Con todo, por ahora Netanyahu intenta jugar sus cartas para lograr seguir en el cargo de primer ministro y evitar que Israel se vea abocado a sus quintas elecciones en solo dos años y medio. EFE y Aurora