Bajo una intensa tormenta y en un contexto internacional marcado por la preocupación creciente ante el antisemitismo, miles de personas participaron en la Marcha por la Vida 2025. El evento, que conmemora el 80° aniversario de la liberación del campo de exterminio nazi Auschwitz-Birkenau, reunió a delegaciones de más de 40 países, incluyendo a 80 sobrevivientes del Holocausto.
Desde 1988, esta marcha simbólica recorre los tres kilómetros que separan Auschwitz I de Birkenau, resignificando las infames “marchas de la muerte” impuestas por los nazis en 1944, cuando forzaron a miles de prisioneros a desplazarse en condiciones infrahumanas para evitar su liberación por las fuerzas aliadas. Hoy, esa ruta se convierte en un acto de memoria, resistencia y educación.
La edición de este año fue especialmente significativa, no solo por la efeméride redonda, sino también por el contexto internacional: el atentado terrorista perpetrado por Hamás el 7 de octubre de 2023 en Israel, considerado el ataque más letal contra judíos desde la Shoá, ha reavivado traumas colectivos y encendido alertas sobre la vigencia del odio y la intolerancia.
Durante la jornada, se realizaron actos conmemorativos frente al “Muro de la Muerte” y la “Puerta de la Muerte” en Birkenau, donde se escucharon plegarias y discursos en distintos idiomas. Los sobrevivientes fueron el centro del homenaje, como símbolos vivientes de resiliencia y testimonio. Algunos participaron por última vez, dada su avanzada edad.
El lema de esta edición, “Honoring Their Legacy” (Honrar su legado), fue una consigna transversal. La marcha no solo recordó a las seis millones de víctimas del Holocausto, sino que planteó un llamado urgente a combatir el antisemitismo y todas las formas de odio, destacando la importancia de la educación como herramienta para preservar la memoria y prevenir futuros genocidios.
En un momento donde el antisemitismo resurge en distintas partes del mundo, y donde los conflictos contemporáneos tienden a diluirse en la cobertura mediática, los organizadores subrayaron que el deber de la memoria no pertenece solo al pueblo judío, sino a toda la humanidad.
Agencias colaboraron con esta nota de Aurora