Los muros de Ciudad Vieja de Jerusalén se iluminan para rememorar la Noche de los Cristales Rotos

Sinagoga de Frankfurt am Main Pogromos de noviembre de 1938 Foto: Centro de Historia Judía de Nueva York Wikimedia Flickr Dominio Público

Las murallas de la Ciudad Vieja de Jerusalén se iluminaron para conmemorar el 82º aniversario de la Noche de los Cristales Rotos, los progromos que marcaron el inicio de la persecución sistemática de los judíos durante el nazismo.

En los muros de la parte antigua de la capital de Israel se proyectaron rezos y mensajes de gente de todo el mundo contra el antisemitismo, el odio y la intolerancia, enviados en el marco de la campaña virtual «Hágase la Luz».

Esta iniciativa, de carácter interreligioso, incluye a sinagogas, iglesias y mezquitas de todo el mundo que hoy también se iluminan para rememorar la noche del 9 al 10 de noviembre de 1938, cuando los nazis arrasaron más de 1.400 sinagogas y miles de comercios y establecimientos judíos de toda Alemania y Austria.

«La ‘Kristallnacht’ fue el comienzo de la terrible experiencia del Holocausto y del exterminio de seis millones de judíos en Europa», declaró Baruch Adler, vicepresidente de la Marcha de los Vivos, entidad organizadora del evento que promueve actos y programas educativos para preservar la memoria del genocidio nazi.

Unos 1.300 judíos murieron asesinados aquella noche y otros 30.000 fueron deportados a campos de concentración, lo que marcó un punto álgido en el creciente antisemitismo de la época.

La campaña que recuerda este devastador suceso recibió el apoyo de sobrevivientes del Holocausto y mandatarios como el primer ministro británico, Boris Johnson, o su homólogo israelí, Benjamín Netanyahu.

El presidente de Israel, Reuvén Rivlin, organizó un acto de conmemoración en su residencia oficial de Jerusalén en el que participaron virtualmente sus homólogos de Austria y Alemania, Alexander Van der Bellen y Frank Walter Steinmeier.

«Los hornos de los crematorios nazis se extinguieron hace tiempo», pero «las llamas que consumieron casas de culto, hogares y comercios judíos» en la Noche de los Cristales Rotos «arden hasta el día de hoy», remarcó Rivlin.

Para Adler, hijo de supervivientes del genocidio, recordar el Holocausto o la «Kristallnacht» es «un deber».

«Cada vez hay menos sobrevivientes», los pocos que quedan son «muy ancianos» y van muriendo, lamenta. Estos son «los últimos años en que tenemos el lujo de escucharles en persona», agrega.

Cuando no quede nadie, «no será lo mismo», y entonces se tendrá que hacer un esfuerzo añadido para preservar su memoria, concluye. Aurora y EFE

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