Las críticas por el presupuesto agravan la crisis del Gobierno en Israel

Benjamín Netanyahu y Benny Gantz Foto: REUTERS/Nir Elias, Amir Cohen

La disputa por los presupuestos entre el primer ministro, Benjamín Netanyahu, y su principal socio de Gobierno, Benny Gantz, escaló hoy posiciones con nuevas críticas entre ambos, lo que profundiza la crisis del Ejecutivo y mantiene el temor a que Israel se vea abocado a otras elecciones.

Los israelíes «se han hartado de trucos políticos por los que ellos, y solo ellos, pagan el precio», advirtió Gantz a Netanyahu, al que dio un ultimátum para lograr en las próximas veinticuatro horas un proyecto de ley que retrase cien días el plazo para aprobar el plan presupuestario, lo que alejaría al país de ir de nuevo a las urnas.

La medianoche del 24 de agosto es el límite marcado según la legislación para validar los presupuestos.

Si no se han aprobado para entonces, el Parlamento se disolverá automáticamente y los comicios serán inevitables (serían los cuartos que celebra Israel en menos de dos años).

Ante ello, miembros de la coalición han propuesto aplazar esta fecha a tres meses vista, lo que implica aprobar una nueva norma en el Parlamento.

Esto evitaría el colapso y daría un mayor margen para negociar a Gantz y Netanyahu, pero sus continuos reproches evidencian su malestar y desconfianza.

Gantz apremió a Netanyahu a «completar el proceso» para impulsar la ley entre hoy y mañana, según confirmó una portavoz de su formación, la centrista Azul y Blanco.

«No necesitamos veinticuatro horas, ni veinticuatro minutos. Tenemos un presupuesto de un año listo para poner en marcha», respondió Netanayu en una reunión en el Parlamento de su partido Likud, sin mostrarse receptivo a la propuesta de su socio.

Netanyahu aboga por un presupuesto que solo cubra los meses que quedan de 2020, pero Gantz exige uno bianual que se prolongue durante 2021, como establecieron en su acuerdo de coalición.

Las desavenencias entre ambos se acumulan desde que su Gobierno se formó hace apenas tres meses: el plan de anexión de partes de Judea y Samaria (Cisjordania), la gestión del coronavirus o su concepción del sistema judicial son otros asuntos en los que han chocado.

Su división ha llegado a tal nivel que ayer se canceló la reunión semanal del Gabinete, y muchos señalan que Netanyahu está maniobrando para forzar elecciones.

Medios, analistas y críticos creen que el primer ministro busca dejar de seguir atado al Ejecutivo de alternancia que comparte con Gantz para evitar cederle la jefatura de Gobierno en otoño de 2021, mantener el cargo en funciones y afianzar más tarde su poder con un otro gabinete de corte más derechista. EFE y Aurora

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