La Filarmónica Israelí será conducida por el maestro Yoel Levy en una serie de conciertos durante el mes de noviembre. En esta serie se ejecutarán dos programas diferentes: en el primer concierto Levi conducirá el “Requiem de guerra” de Britten y contará con la participación de la soprano Tatiana Pavlovskaya, el tenor Jamez McCorkle y el barítono Morgan Pierce, todos cantarán acompañados de la orquesta. A ellos se unirán el Coro Israelí Gary Bartini, el Coro Joshua Totenaur Ankor, junto a la Academia de Música y Danza de Jerusalén, y el Coro Bat Shirah de la Sinfonía de Haifa, dirigido por Tali Wisman. Los conciertos se llevarán a cabo del 5 al 16 de noviembre en el Heicjal Hatarbut Charles Bronfman de Tel Aviv, en el Centro de Convenciones de Jerusalén y en el Auditorio Haifa
Yoel Levi (64) nació en Rumania y creció en Israel, estudió en la Academia Rubin de la Universidad de Tel Aviv, donde se graduó en estudios de grado magna cum laude, y luego en la Academia Rubin de Jerusalén con Mendi Rodan. También estudió con Franco Ferrara en Italia. Es director titular de la Orquesta Nacional de Ile de France desde 2005. Ha estado muchas veces frente a esta orquesta conduciendo la Filarmónica.
El Réquiem de Guerra, Op. 66 es un réquiem compuesto por Benjamin Britten para la reconstrucción de la el 30 de mayo de 1962 luego de que esta fuera destruida durante la Segunda Guerra Mundial, durante un bombardeo alemán. El réquiem una de las obras maestras del siglo XX escritas fue compuesto para soprano, tenor y barítono solistas, coro, coro de niños y orquesta. En el trabajo, Britten combinó el tradicional Réquiem latino (“Misa por los muertos”) con poemas del poeta pacifista William Owen, uno de los últimos muertos del ejército británico en la Primera Guerra Mundial. Sus poemas tratan sobre la futilidad de la guerra y sus terribles consecuencias.
En el segundo programa, la Apertura Festiva, de Shostakovich, y el concierto de arpa de Glière interpretado por YuYing Chen ganadora del primer premio en la competencia internacional de arpa de 2015, que esta es su primera aparición con la Filarmónica. La pieza de Shostakovich fue encargada en 1954 para conmemorar el 30 aniversario de la Revolución de Octubre. Es una obra “inocente”, sin ironía, directa y estimulante, en la que el compositor pudo expresar la verdadera fe y la música sincera que creó, sin ser culpado explícitamente. En principio, se opuso fuertemente a la tiranía y la opresión. Sobre la pieza de Gliere fue compuesta en 1938 para la arpista principal del Teatro Bolshoi, que fue la primera músico en tocar el concierto para arpa en Rusia. La pieza combina escritura idiomática, melodías agradables y una orquestación efectiva todo lo cual ha convertido este concierto en un invitado codiciado en los escenarios desde su debut.