La ley que obliga a los ultraortodoxos a ir al Ejército israelí entrará en vigor en febrero

Judíos ultraortodoxos en Ashdod Foto ilustración: REUTERS/Amir Cohen

La ley que exime a los ultraortodoxos judíos de hacer el servicio militar obligatorio en Israel quedará anulada definitivamente en febrero, dictaminó anoche la Corte Suprema, que no dará más prórrogas al Estado para abordar un espinoso asunto que ha causado graves crisis de Gobierno.

El reclutamiento de la población ultraortodoxa, hasta ahora en gran medida exenta de ir al Ejército, siembra controversia entre el complejo arco político, provocó la caída del Ejecutivo en 2018 y fue uno de los principales elementos que sumió al país en un largo bloqueo político entre 2019 y 2020, con tres comicios seguidos en menos de un año.

Los ultraortodoxos y los partidos que los representan -miembros de la coalición gubernamental- exigen una reforma que garantice que buena parte de sus votantes queden exentos del servicio militar, obligatorio y de tres años para los hombres y dos para las mujeres, pero formaciones seculares como la centrista Yesh Atid, de Yair Lapid, o la nacionalista Israel Nuestro Hogar (Israel Beitenu), de Avigdor Liberman, -ambas en la oposición- exigen que el reclutamiento sea universal.

La Ley del Servicio Militar en Israel se reformó en 2017 para reducir las cuotas de participación de los ultraortodoxos por ser estudiantes de yeshivá (escuelas talmúdicas), pero la Justicia canceló la reforma al considerarla inconstitucional y contraria al principio de igualdad.

Desde entonces, y a solicitud del Estado, reacio a enfrentarse a esa papa caliente, dio hasta ocho prórrogas para retrasar la implementación de la sentencia. Pero ahora comunica que a partir del uno de febrero no otorgará más extensiones.

Esto implica que si en los próximos meses los partidos no se ponen de acuerdo para aprobar una nueva legislación, los ultraortodoxos podrán ser reclutados para el servicio militar en igualdad de condiciones al resto de población judía israelí.

Esta decisión podría generar tensiones con el principal socio de Gobierno de Benjamín Netanyahu, Benny Gantz, de la formación centrista Azul y Blanco.

Netanyahu -que cuenta con los ultraortodoxos como tradicionales aliados- «ha estado esquivando» esta cuestión «durante cinco años», y «ha llegado el momento de restablecer la distribución equitativa del peso» que supone servir en el Ejército, acusó hoy Lapid. EFE

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