La Autoridad Palestina no logró bloquear la Conferencia de Bahrein

Foto: REUTERS / Mohamad Torokman

Fuente: Jerusalem Center for Public Affairs

La conferencia de Bahrein terminó con una clara victoria estadounidense sobre el presidente de la Autoridad Palestina (AP), Mahmoud Abbas, quien boicoteó la conferencia pero no pudo convencer a los Estados árabes y al mundo islámico para que se mantuvieran alejados de ella.

El presidente de la Autoridad Palestina canceló la huelga general que estaba programada para el 25 de junio de 2019, el primer día de la conferencia, y en cambio se conformó con tres días de manifestaciones y enfrentamientos en Cisjordania. Pero su llamado y el del movimiento Fatah a tomar las calles apenas provocó una débil respuesta.

El público palestino en Cisjordania todavía está furioso por los graves casos de corrupción entre los líderes de la Autoridad Palestina y no tiene ninguna prisa por cooperar con esta. La Autoridad Palestina todavía no ha anulado los excesivos aumentos salariales de 67% para el primer ministro y los miembros del gobierno palestino.

El fracaso de Abbas es ahora el tema que prevalece en los territorios y bien podría dar a la administración Trump un viento de cola para comenzar a implantar unilateralmente partes del plan económico que se discutió en Bahrein.

Abbas no se esforzó demasiado al tratar de frustrar la conferencia de Bahrein; parecía entender que el juego había terminado y no pudo evitar que se convocara la reunión.

La Autoridad Palestina no ha presentado un plan nacional para contrarrestar el llamado «Acuerdo del Siglo» del Presidente Trump y está principalmente dedicada a condenarlo y amenazarlo.

Uno de los problemas que impiden la seria oposición palestina al acuerdo es que Abbas no está dispuesto ni es capaz de lograr la unidad nacional y reconciliarse con Hamas, ni siquiera temporalmente, en un esfuerzo por socavar el acuerdo.

El 26 de junio en la ciudad de Gaza el líder de Hamas, Ismail Haniyeh, convocó a todas las facciones palestinas a protestar en la conferencia económica en Bahrein. En su discurso, Haniyeh pidió a Abbas que se reuniera con él en Gaza o en El Cairo para coordinar acciones contra el nuevo plan de paz estadounidense, pero su llamada no recibió respuesta.

La Autoridad Palestina no pudo presionar a Arabia Saudita, Egipto ni Jordania para que se mantuvieran alejados del taller de Manama y tampoco logró que se organizara una efectiva campaña árabe-islámica de rechazo.

Además, aunque la delegación de empresarios palestinos encabezada por el jeque Ashraf Jabari de Hebrón fue a la conferencia de Bahrein, a pesar de la ira de la Autoridad Palestina, solo uno de ellos fue brevemente arrestado e interrogado. Aunque la mayoría de ellos vive en el territorio de la Autoridad Palestina esta solo los amenazó sin tomar ninguna medida práctica para evitar que asistieran, aun cuando la Autoridad Palestina calificó la asistencia al taller como una «traición nacional».

Los altos funcionarios de Fatah afirman que el presidente de la Autoridad Palestina temía chocar con los Estados árabes que enviaron representantes a Bahrein. La difícil crisis financiera de la Autoridad Palestina, precipitada por el corte de la ayuda estadounidense y la negativa de la Autoridad Palestina a aceptar los ingresos fiscales de Israel, está surtiendo efecto. Abbas está poniendo sus esperanzas en que la Liga Árabe cumpla su promesa de proporcionarle una red de seguridad económica durante unos meses que le permita recuperarse y evitar el colapso de la Autoridad Palestina.

Los funcionarios dicen que Abbas está tratando de ganar tiempo para concentrarse en un esfuerzo político contra el «Acuerdo del Siglo» en noviembre, después de las elecciones israelíes y cerca de la fecha en que se publicará la parte política del plan de paz estadounidense.

Hasta entonces, Abbas organizará una campaña diplomática para organizar una conferencia internacional que incluirá representantes de Rusia, China y la Unión Europea, que se oponen al Acuerdo del Siglo.

La corrupción corroe la posición de Abbas

La debilidad de la Autoridad Palestina en la guerra contra el nuevo plan de paz estadounidense refleja el frágil estatus de Abbas entre su pueblo. Mientras que, por un lado, no ha podido obtener logros políticos, Israel, por otro lado, ha estado acumulando logros en el ámbito internacional y mejorando su estatus. También hay una gran movimiento público entre la población de los territorios contra la venalidad del gobierno y la corrupción de los líderes superiores.

Los altos funcionarios de Fatah dicen que el problema de la corrupción aún domina el discurso en la calle palestina y las redes sociales. Abbas no ha podido cambiar la agenda cívica del público palestino en Cisjordania y si no toma medidas visibles contra la corrupción, una explosión es solo una cuestión de tiempo. El presidente de la AP ignora la advertencia de los jefes de sus mecanismos de seguridad mientras cuenta con tiempo para trabajar a su favor. Pero los frustrados palestinos pueden tomar las calles y manifestarse en masa contra un fenómeno del cual Abbas y sus dos millonarios hijos se han convertido en un símbolo.

Israel y los Estados Unidos protegen a los participantes palestinos en el taller de Bahrein

En medio de las críticas en la calle palestina, Abbas ordenó a sus mecanismos de seguridad que tomen medidas contra la delegación empresarial palestina que asistió a la conferencia económica en Bahrein, cuyos miembros regresaron a sus hogares en Cisjordania durante el fin de semana.

En las primeras horas de la mañana del 27 de junio de 2019, la organización de Inteligencia General del general Majid Freij allanó la casa del empresario Salah Abu Mayala en Hebrón, lo arrestó y confiscó documentos. Luego de la presión estadounidense Mayala fue liberado.

Las fuerzas de Inteligencia General asediaron la casa de otro empresario, Ashraf Ranam durante tres horas, pero no lograron arrestarlo. Las mencionadas fuerzas tuvieron que retirarse del lugar cuando intervinieron las FDI.

El jeque Ashraf Jabari, jefe de la delegación palestina en Bahrein, también vive en Hebrón. Debido a que su casa está cerca de la Cueva de los Patriarcas, en el área bajo control de las FDI, la Autoridad Palestina no intentó arrestarlo, ya que hacerlo sería una violación del Acuerdo de Hebrón.

El empresario palestino Mahmoud Masad de Jenin dijo que recibió la advertencia del Shabak (Agencia de Seguridad de Israel) de que la Inteligencia General de Freij había intentado contratar los servicios de un criminal israelí de Haifa para asesinarlo.

Masad canceló su viaje a Bahrein y no fue con los otros miembros de la delegación debido a desacuerdos entre ellos. Sin embargo, la Autoridad Palestina lo declaró colaborador con Israel y traidor.

Entre los miembros de la delegación palestina que fueron a Bahrein hay una gran ira contra Estados Unidos. Un miembro de la delegación dijo que los estadounidenses habían asegurado a la delegación la protección contra el hostigamiento de la Autoridad Palestina y los intentos de hacerles daño, y que esperaban que Estados Unidos cumplieran su promesa.

Los funcionarios de Fatah declararon que todos los hombres de negocios palestinos que fueron a Bahrein, a pesar del boicot de la conferencia por parte de la AP, son traidores y serán juzgados y castigados.

Las críticas en la calle palestina se dirigen contra la impotencia de Abbas, quien no pudo impedir que los Estados árabes participaran en la conferencia o que la delegación palestina acudiera a ella. «Deberíamos haberlos arrestado antes del viaje y no después», dijo un alto funcionario de Fatah.


Acerca de Yoni Ben Menachem. Veterano comentarista de asuntos árabes y diplomáticos de la Radio y Televisión de Israel, destacado analista de Medio Oriente para el Jerusalem Center for Public Affairs. Se desempeñó como director general y editor en jefe de la Autoridad de Radiodifusión de Israel.

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