Comenzó hoy, domingo, la fase de ensayos clínicos en seres humanos de la vacuna “Brilife”contra el COVID-19 desarrollada por el Instituto Biológico de Israel en Nes Ziona. Las pruebas se llevaron a cabo en el Hospital Sheba de Tel Hashomer (cerca de Tel Aviv) y en el Hospital Hadassah Ein Kerem de Jerusalén.
Segev Harel, un estudiante universitario, de 26 años, oriundo del kibutz Sde Nehemia, en el norte del país, fue el primer israelí que recibió la vacuna en el Hospital Sheba.
Paralelamente, fue vacunada Inbar Ottolenghi, de 34 años, domiciliada en el kibutz Tlalim, en el sur del país. “Me siento bien, emocionada, y aconsejo a que se sume la mayor cantidad de gente a las pruebas para ayudar al público en general”, expresó la joven a la radioemisora estatal Kan, antes de recibir la dosis.
Los ensayos clínicos de la vacuna se prolongarán durante varios meses e incluirán tres fases. La primera prueba de seguridad incluye a 80 voluntarios sanos de entre 18 y 55 años en los Hospitales Sheba y Hadassah. A la mitad de los voluntarios se le inyectará la vacuna y el resto recibirá un placebo. Durante tres semanas, los investigadores examinarán a los voluntarios que recibieron la vacuna para saber si desarrollaron anticuerpos.
Se estima que la segunda fase comenzará en diciembre y las pruebas de seguridad incluirán a 960 voluntarios sanos de más de 18 años. Si las dos primeras fases resultan exitosas, comenzará, dentro de seis meses, la tercera fase con vacunaciones masivas de hasta 30 mil voluntarios. Si el proceso ofrece resultados exitosos se podrá autorizar el suministro a todos los ciudadanos del país de la vacuna desarrollada por el Instituto Biológico de Israel.