El Gobierno aprobó hoy un toque de queda nocturno de tres días, que comenzará este jueves y coincidirá con la festividad judía de Purim, con el objetivo de evitar un aumento en los contagios de coronavirus.
En un comunicado conjunto, la Oficina del Primer Ministro y el Ministerio de Salud informaron que las restricciones regirán entre las 8:30 pm y las 5:00 am y limitarán los traslados a no más de un kilómetro del domicilio.
En este horario, además, quedarán prohibidas las visitas a residencias de otras personas y el transporte público funcionará de forma reducida.
Esta decisión busca evitar grandes concentraciones de gente durante las celebraciones de Purim, que año a año los judíos israelíes festejan no solo en sinagogas sino también con multitudinarias fiestas de disfraces en las calles de todo el país.
«Esto es para evitar lo que sucedió en el último Purim, no queremos que se repita», dijo hoy el primer ministro, Benjamín Netanyahu, durante una visita a un centro de vacunación en el norte del país, en referencia a las masivas celebraciones de 2020, que fueron luego identificadas como uno de los disparadores de la severa primera ola de la pandemia que enfrentó el país.
Esta no es la primera vez que las autoridades implementan un toque de queda durante festividades religiosas y nacionales, que han representado un dilema durante toda la pandemia, sobre todo en las ciudades de población mayoritariamente judía ultraortodoxa.
Hasta el momento Israel ha registrado poco más de 750.000 casos de coronavirus, de los cuales unos 40.000 continúan activos y 5.604 han fallecido.
La veloz campaña de vacunación del país, en el que 4.5 de sus alrededor de nueve millones de habitantes ha recibido al menos la primera dosis de la vacuna Pfizer, ha contribuido a una notable merma en la cantidad de contagios detectados diariamente, pero las autoridades insisten en la importancia de atenerse a las medidas de distanciamiento social para evitar que estos vuelvan a aumentar. EFE y Aurora