Israel al día – Netanyahu, entre la justicia y la carrera electoral

Benjamín Netanyahu con sus abogados en el juicio por corrupción Foto archivo: REUTERS/Ronen Zvulun

Tras haberse levantado el domingo el tercer confinamiento por el Coronavirus en Israel, se ha retomado el juicio contra el primer ministro Benjamín Netanyahu por presuntos delitos de corrupción. Una situación nada ejemplar que deja al país mal parado en el marco político.

Esta es la segunda vez que Netanyahu acude a un tribunal de Jerusalén para hacerle frente a los cargos que se le imputan. El mandatario, si acaso con la misma seguridad de obtener el éxito en las próximas elecciones de mayo, asistió al  juicio en su contra.

Dicho juicio había sido retrasado en enero, debido al confinamiento. Sin embargo, ayer Netanyahu no tuvo otra alternativa que comparecer nuevamente ante la justicia.

En el caso 4.000, se le acusa al mandatario de fraude y abuso de confianza. Presuntamente se le señala de haber hecho favores al gigante de la telefonía israelí, la compañía Bezeq, entre 2012 y 2017, a cambio de cobertura favorable para él y Sara, su mujer, en el portal de noticias Walla.

En el caso 2.000 se le culpa otra vez de fraude y abuso de confianza, en relación a un pacto entre el primer ministro y Arnon Mozes, editor del diario Yediot Ajaronot, a quien supuestamente le pidió una cobertura más positiva a cambio de dificultar la distribución del diario rival, Israel Hayom.

Y en el caso 1.000, el tercero, el gobernante es señalado por haber aceptado lujosos regalos de millonarios a cambio de favores políticos. Uno de los favorecidos sería el productor de cine israelí Arnon Milchan, y el acaudalado australiano James Packer. Netanyahu ha aceptado que este último es su amigo y socio.

En mayo de 2020, cuando el mandatario asumió su quinto gobierno, asistió a la primera audiencia por estos casos. En esa ocasión tanto seguidores como opositores salieron a marchar afuera del juzgado. Los simpatizantes de Netanyahu lo llamaron “Bibi, rey de Israel”. En tanto, el bando opuesto pedía la inmediata renuncia del “ministro del crimen”.

En esa oportunidad, el gobernante dijo que “lo que se está juzgando hoy es un esfuerzo para frustrar la voluntad del pueblo, para derrocarme a mí y a la derecha”. Ayer, solicitó a sus seguidores no acudir a la Corte. “Sé que quieren darme fuerzas por lo casos fabricados y falsos en mi contra”, mencionó.

La defensa ha solicitado un “aplazamiento de meses”. Es decir, postergar el proceso hasta después de los comicios del 23 de mayo. Pese que Netanyahu se ha declarado inocente de todos los cargos, la situación no lo deja bien parado. Al menos, moralmente Recordemos que se trata del juicio de un primer ministro en el poder. Y si los abogados llegaran a conseguir este “aplazamiento”, el mandatario se presentaría a las elecciones, pero con el perfil del presunto culpable de fraude y abuso de confianza.

¿Es bueno para Israel que el primer ministro tenga que comparecer ante la justicia por casos de corrupción?, ¿la seguridad del país está por encima de la imagen de acusado del mandatario?, ¿los israelíes le otorgarán nuevamente su confianza a Netanyahu en las próximas votaciones?

Muchas preguntas sobre la mesa. Lo cierto es que, ayer, afuera del juzgado, se presentaron decenas de manifestantes coreando: “ministro del crimen”, “no nos rendiremos hasta que dimita”.

Esta vez, no hubo ningún simpatizante de Netanyahu afuera del tribunal.

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