El papa Francisco retomó su vida pública luego de someterse a una cirugía intestinal. En su reaparición, el Sumo Pontífice recordó a las víctimas de la explosión de Beirut hace un año y expresó sus ganas de visitar el Líbano.
En un auditorio de la Ciudad de Vaticano, Francisco se dirigió a peregrinos y turistas. Hacia el final de su discurso, hizo mención a las “víctimas, sus familias, los heridos y todos aquellos que perdieron sus hogares y su trabajo” en la explosión que ocurrió en el puerto de Beirut.
El papa también hizo alusión a la crisis económica, social y política que vive el país de Medio Oriente. «El pueblo libanés está cansado y decepcionado», reflexionó el argentino.
Además, Francisco hizo un llamamiento a la comunidad internacional para que ofrezca «gestos concretos» de ayuda al pueblo libanés y no «solo palabras».
Desde 2019, Líbano pasa una crisis múltiple. Además de la imposibilidad de conciliar los diferentes intereses políticos, el peso de la organización terrorista Hezbollah en la política libanesa se expande cada vez más.
Según el Banco Mundial, la crisis económica libanesa es la mayor en 100 años. Además de la liquidez, Líbano corre el riesgo de quedarse sin energía y el desempleo sigue aumentando.
Recientemente renunció el primer ministro, Saad Hariri. El mandatario decidió dar un paso al costado debido a las diferencias con Hezbollah que le impedían formar un gobierno estable.