Una nueva encuesta elaborada por el instituto Geocartography, publicada por el diario Maariv, sugiere que el partido Likud, liderado por el primer ministro Benjamín Netanyahu, obtendría apenas 29 escaños si se llevaran a cabo elecciones el día de hoy. Su principal socio en el Ejecutivo, el partido Azul y Blanco, encabezado por el ministro de Defensa, Benny Gantz, se hunde a 13 diputados.
La alianza opositora Yesh Atid-Telem, dirigida por el diputado Yair Lapid, recibe 19 asientos en la encuesta.
La Lista Unida árabe consigue 14 escaños al igual que el partido religioso nacionalista Yamina con 14 escaños (duplicando los 6 escaños que obtuvo en los últimos comicios). Yamina, del ex ministro de Defensa Naftalí Bennett, se perfila como una fuerza creciente que se alimenta principalmente de los votantes desencantados del Likud.
El partido ultraortodoxo askenazi Judaísmo Unido de la Torá recibe nueve escaños y es seguido por el partido ultraortodoxo sefaradí Shas con siete legisladores.
El partido nacionalista secular Israel Beitenu, del diputado Avigdor Liberman, retendría sus siete escaños.
El partido de izquierda Meretz finaliza la lista con ocho escaños.
El Laborismo, Guesher, Derej Eretz, Hogar Judío y Otzma Yehudit no logran superar el umbral mínimo electoral del 3,25 por ciento de los votantes.
De acuerdo con estos resultados, el bloque de derecha ya no tiene la mayoría simple, al alcanzar solamente 59 escaños, en la Knéset compuesta por 120 diputados.
Se precisa alcanzar o superar el número “mágico” de 61 escaños para formar gobierno.
El bloque de izquierda reúne solamente 54 escaños.
Israel Beitenu con sus siete legisladores no se ha comprometido con ninguno de los dos bloques.