Si bien la lucha contra el COVID-19 está liderada por las vacunas, alrededor del mundo son varias las investigaciones para dar con productos capaces de tratar la enfermedad. Uno de ellos, realizado en la Universidad Ben Gurión en el Néguev, podría encontar en el yogur un aliado impensado.
Científicos de esa casa de estudios apuntan que hay moléculas dentro del kéfir que son efectivas para tratar inflamaciones. El kéfir es un fermentado similar al yogur bebible, que se hace con una especie de mix de microorganismos.
El trabajo, publicado en la revista Microbiome, indica que el kéfir sería capaz de neutralizar la posibilidad de que el sistema inmune se ataque a sí mismo. Esta condición es una de las causas de muerte de la enfermedad del coronavirus.
Orit Malka y el profesor Raz Jelinek estuvieron a cargo del proyecto. Malka comenzó a trabajar con las propiedades del yogur hace ya varios años, especialmente las antibacterianas y antiinflamatorias.