El teatro Hacameri abrió sus puertas con “All the Rivers”

Tras el estreno, el Ministerio volvió a cerrar los teatros

Con alegría y emoción el Teatro Hacámeri abrió la semana pasada sus puertas tras 4 meses de estar cerrado. Celebró su apertura con el estreno de una obra israelí “All the Rivers” (en hebreo Gader Haia), escrita por Noga Ashkenazi; se trata de una adaptación del libro de Dorit Rabinyan cuya traducción al español es “Todos los ríos del mundo”. Esa misma noche de apertura se iba a poner en escena el musical «Life is a Cabaret», que se había estrenado justo antes del cierre del teatro y alcanzó a presentarse solo en 4 funciones. Sin embargo, esta pieza no pudo presentarse en la apertura, porque una de las actrices enfermó de Coronavirus, lo que ocasionó que todo el elenco quedase bajo confinamiento.

Obra “El Hijo”.

Se programaba que durante el mes de julio habría más espectáculos nuevos y algunas reposiciones, como por ejemplo la nueva pieza “The Son” (El Hijo) de Florian Zeller, traducido por Dori Parnes y dirigido por Gilad Kimchi. Cuenta la historia de Nicolás, que había sido un niño sonriente y quien atraviesa una fase difícil tras del divorcio de sus padres. Está apático, saltea clases, miente, y cree que mudarse con su padre y su nueva familia puede ayudar. Luego decide regresar a la casa de su madre, pero a pesar de la atención que recibe de toda la familia, no logra encontrar su lugar. La pieza también alcanzó a ponerse en escena en una única función. No obstante, las nuevas limitaciones del Ministerio de Salud ordenaron el cierre de las salas de teatro. No se sabe cuándo volverán a presentarse.

Elenco del Cámeri.

Esta es una medida tomada por la gran cantidad de contagios que surgieron en el último mes. La medida parece no ser justa, pues precisamente los teatros fueron aquellos que más cumplieron con todas las medidas exigidas por el ministerio: evitaron encuentros masivos, organizaron las entradas y salidas de las salas en forma ordenada, los espectadores fueron obligados a usar máscaras y se respetó al máximo las distancias de la audiencia. El teatro Hacámeri mantuvo las instrucciones del código violeta al pie de la letra. Hasta se reprodujeron tales indicaciones por los altavoces en la entrada de los pasillos, con la voz de la actriz de Mia Dagan.

Gwetta abre el teatro.

Ran Gwetta, director del Hacámeri, recibió al público personalmente, saludó a todos los espectadores en la entrada y manifestó desde el escenario su alegría y su emoción por volver a representar obras y ver cómo llegaba el público, aunque en menor cantidad por las limitaciones. Declaró que esa vez en el estreno todo fue diferente, sin abrazos ni besos, sin multitudes, pero con mucha alegría por regresar. Agregó que la época no es simple y ciertamente no lo es para la gente que ama la cultura. Se dio cuenta inequívocamente de que la experiencia de ver teatro y sentir su magia no pueden ser reemplazados por nada. Concluyó su declaración agradeciendo a actores, creadores, al director Gilad Kimchi y al público.

La obra que el teatro alcanzó a estrenar, “All the Rivers”,  está basada en el controvertido libro de Dorit Rabinyan y ganó el Premio de Literatura Bernstein. En el centro de la trama hay una historia de amor que tiene lugar en Estados Unidos, entre una joven israelí y un palestino. Un encuentro casual en Nueva York reúne a estos dos extraños: Liat, una estudiante de traducción (Abigail Harari) y Hilmi (Amir Khoury), un joven y talentoso pintor, lo que termina en una relación amorosa. Juntos exploran la ciudad, comparten fantasías, bromas y comidas caseras, y se enamoran.

Harari y Khoury.

Deben mantener en secreto la relación, pero logran construir un universo íntimo que se mantiene por estar ambos tan lejos del hogar. Tras una visita tempestuosa del hermano de Hilmi se enfrentan con la realidad y comienzan a formarse grietas en la relación. Cuando regresan a sus países lo hacen por separado y deben decidir si continuar o no. Es una encantadora pieza, colmada de momentos emocionantes que se refuerzan por la excelente actuación y por los efectos ingeniosos y una escenografía novedosa. El director es Ilan Ronen, quien se luce con una dirección juvenil, muy animada.

Sobre su título en hebreo “Gader Haia” (Cerca viva), Rabinyan confesó que “describe muy bien las limitaciones que son el elemento central en esta historia, las vallas de la conciencia y las físicas. Las dos palabras juntas muestran una tensión dramática, un peligro que acecha”. Sin embargo, esta exitosa novela que se trasformó en un best seller en todo el mundo, había sido prohibida en las aulas locales por el Ministerio de Educación de Israel por “promover la asimilación”, aunque en realidad retrata los claroscuros de una relación signada por la adversidad.

Chiquita Levov – Texto y Fotos

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