Las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) anunciaron que el soldado desaparecido, Eli Ashkenazi, fue encontrado muerto en su ciudad natal Kfar Saba, en el centro del país, tras un día de búsqueda intensiva.
Las FDI se negaron a comentar oficialmente sobre la posible causa de su fallecimiento, indicando solamente que la Policía Militar abrió una investigación.
Ashkenazi, de 20 años, fue hallado muerto bajo un puente cerca de la estación de trenes de Kfar Saba. La policía puntualizó que no se sospecha que haya sido víctima de un crimen o de un ataque terrorista.
La familia de Ashkenazi le dijo a los medios de comunicación que desconocía que tuviese algún problema personal y que nunca se había ausentado antes.
Su madre le manifestó al diario Yediot Aharonot que era un joven apuesto, atlético y amigable, no fumaba ni bebía y hacía mucho ejercicio físico.
Askenazi abandonó de su hogar en Kfar Saba el domingo por la mañana temprano para regresar a su base militar en los Altos del Golán, pero nunca llegó. Salió con su arma reglamentaria y un pequeño bolso, dejó en su domicilio su mochila, su identificación militar y otras pertenencias.
El domingo y lunes el ejército, la policía y las unidades caninas realizaron una intensa búsqueda alrededor de Kfar Saba. También se distribuyeron volantes en la ciudad y en los medios sociales. La Policía y las FDI pidieron ayuda al público para localizarlo.
Últimamente, las FDI han incrementado los esfuerzos para combatir el suicidio entre los soldados educando a los comandantes sobre temas de salud mental y haciendo más accesible la asistencia a los efectivos.
El porcentaje de suicidios en las FDI es comparativamente menor que el de otras personas de la misma edad en la población general, también es mucho menor que el porcentaje de suicidios entre los militares de otros ejércitos en el mundo.