Los habitantes de la franja de Gaza se rebelan contra el grupo terrorista y criminal que los lidera desde 2007.
Los habitantes palestinos perciben la crisis humanitaria, que ha desencadenado la guerra que inició el grupo terrorista Hamás. A pesar de las múltiples donaciones que reciben los palestinos desde siempre, ya que en ese territorio no producen ni generan desarrollo; los habitantes de Palestina están acostumbrados a vivir de la caridad mundial, derivada de las campañas sistemáticas de victimización que les permite recibir “ayuda humanitaria”. Posterior a la masacre perpetrada por Hamás y a la negativa de devolver a los aún 59 secuestrados, el gobierno israelí ordenó el bloqueo parcial e intermitente de la entrada de ayuda desde hace dos meses, como estrategia de presión para dar fin a esta guerra; tal es así que miles de gazatíes llevan protestando hace varias semanas contra sus líderes criminales Hamás y exigen a la organización terrorista que salga del poder, que devuelvan a los secuestrados y pongan fin a la guerra que iniciaron contra Israel, hace un año y medio.
La consigna de los palestinos que se ha viralizado en videos ha recorrido el mundo entero. Los palestinos se exponen a ser torturados y asesinados por exigir el cese a la guerra y por rebelarse contra Hamás. Los palestinos protestan a la voz de: “Hamás es basura” o “Hamás es la causa de nuestra Nakba -catástrofe en árabe-”. Esto evidencia y significa un rechazo interno hacia el grupo terrorista, mientras paradójicamente este grupo criminal recibe el apoyo internacional de varios grupos que siembran a diario el antisemitismo a nivel global.
Israel por su parte continúa en la defensiva por proteger a su nación y rescatar a los secuestrados.
Está defensa a traído consigo bajas de aproximadamente 51.000 palestinos entre su mayoría terroristas y más de 117.000 heridos, estos datos no han podido ser confirmados, ya que provienen de dudosa fuente, atribuida al ministerio de Salud de Gaza, controlado por Hamás.
Este el momento propicio para que “Hamás deponga las armas y levante la bandera blanca, posterior a todo el daño perpetrado por este grupo sanguinario desde el 7 de octubre del 2023. En este contexto la Autoridad Nacional Palestina, debería retomar el control bajo el mando de su presidente: Mahmud Abbás y así dar cumplimiento y continuidad al plan establecido que determina una tregua a largo plazo de entre cinco y siete años y la liberación de todos los secuestrados israelíes, que suman un total de 59, mientras el grupo terrorista exige a cambio la liberación de delincuentes palestinos detenidos en Israel.
La sociedad israelí exige a diario al gobierno de Netanyahu el avance de las negociaciones, que permita la liberación de los secuestrados, que llevan en las más oscuras profundidades de Gaza más de año y medio.
Karla Gaona