El presidente de Israel, Reuven Rivlin recibió el primer «Índice LGBTQ municipal» de respuestas y servicios en 30 autoridades municipales en Israel y se refirió a la terapia de conversión.
Este tipo de terapia de «reorientación sexual» trajo muchas polémicas el año pasado tras los comentarios de Rafi Peretz, donde el ex ministro de educación había expresado que «puedo decirte que tengo un conocimiento muy profundo de la educación y lo hice» sobre este tipo de terapia.
Esta tarde, Reuven Rivlin expresó: “Basta de hablar sobre la terapia de conversión. No es necesario que alguien que esté absolutamente sano reciba tratamiento”.
Además, el presidente indicó que «al recibir este informe, quiero enfatizar que todas las terapias de conversión deben eliminarse de la agenda social en Israel».
Al comienzo del Mes del Orgullo, el presidente recibió el primer «Índice LGBTQ Municipal» producido por Aguda, la Asociación para la Igualdad LGBTQ en Israel. Los alcaldes de Kiryat Bialik, Rishon Letzion, Ramat Gan, Ramat Hasharon, Givatayim y representantes de la comunidad LGBTQ también participaron en el evento.
Según este informe, Tel Aviv-Yafo ocupa el primer lugar en las relaciones LGBTQ en una serie de categorías que incluyen infraestructura, bienestar y cultura. En segundo lugar está Rishon Letzion, con un puntaje particularmente alto en cultura, y Givatayimcompleta el podio.
El presidente analizó la importancia de brindar apoyo y servicios a la comunidad LGBTQ a nivel municipal y elogió el alto nivel de trabajo que se está realizando para mejorar el bienestar de los residentes LGBTQ.
Rivlin marcó que «la humanidad en su conjunto debe entender, y los israelíes deben entender, sin decir que esta tendencia o esa es una enfermedad».
Por otra parte, Rivlin hizo alusión a los sentimientos de las personas. “De cualquier manera que una persona pueda ser feliz y creativa, puede alcanzar los mismos logros que cualquier otra persona. No podemos, en una sociedad como la nuestra, hablar sobre terapias de conversión para personas LGBTQ. No podemos permitirlo. Aquí no hay enfermedad, por lo que no hay necesidad de tratamiento».
“Es esencial que todos tengan la oportunidad de vivir su vida como lo deseen, particularmente cuando también permiten que otros vivan como lo desean», sentenció el presidente.