Un funcionario israelí le dijo al diario The New York Times que el mundo debería estar agradecido a Israel por la eliminación de Mohsen Fakhrizadeh, considerado como el cerebro del programa nuclear militar iraní; a pesar de que el Estado judío no se ha adjudicado la autoría de la operación.
El funcionario, que según el reporte pasó años monitoreando las andanzas de Fakhrizadeh, aseguró también que Israel tomará todas las medidas que sean necesarias contra el programa atómico de la República Islámica.
Bruce Reidel, ex oficial de la Central de Inteligencia Americana (CIA) y actual investigador del Instituto Brookings le dijo al periódico que estaba asombrado por la capacidad de Israel de golpear contra personajes claves en territorio enemigo.
“No tiene precedentes”, apuntó Reidel. “Y los iraníes parecen carecer de la eficacia para impedirlo”.
Reidel destacó los lazos de Israel con los países vecinos a Irán, tales como Azerbaiyán, para el monitoreo y el reclutamiento de agentes, indicando que el uso de drones de fabricación israelí durante la reciente guerra con Armenia parece ser apenas una faceta de la estrecha relación entre ambos países.
Reidel sugirió que el ataque contra Fakhrizadeh indicaría que después de una pausa Israel ha vuelto a reactivar su red de agentes compuesta por colaboradores iraníes, e inmigrantes iraníes en Israel.
“Creo que es una señal de que el juego está en marcha o está empezando”, expresó el ex oficial de inteligencia.
Una fuente de inteligencia occidental le dijo al Canal 12 que la emboscada en las afueras de Teherán que resultó en la muerte de Fakhrizadeh y sus guardaespaldas es el pináculo de los planes de largo plazo de Israel.
El ministro de Energía, Yuval Steinitz, declaró a la radio estatal Kan que: “La eliminación en Irán, quienquiera que lo haya hecho, sirve no solamente a Israel sino también a toda la región y al mundo entero”.