El líder espiritual de la comunidad drusa en Siria, jeque Hikmat al Hajri, denunció una “campaña genocida” contra su pueblo y lanzó duras críticas al actual gobierno islamista de Ahmad al Sharaa, en medio de una escalada de violencia confesional que ha dejado decenas de muertos.
En un comunicado difundido este jueves, al Hajri pidió la intervención inmediata de fuerzas internacionales ante la incapacidad -o complicidad- del poder sirio. “Ya no confiamos más en una entidad que pretende ser un gobierno (…) Un gobierno no mata a su pueblo echando mano de sus propias milicias extremistas”, declaró el líder religioso. “Un gobierno protege a su pueblo”, agregó.
Los enfrentamientos entre combatientes drusos y milicias vinculadas al poder sunita se concentraron en zonas cercanas a Damasco -Jaramana y Sahnaya- y en la provincia meridional de Sueida, bastión histórico de la minoría drusa. Según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH), al menos 30 efectivos del gobierno islamista y grupos aliados murieron junto a más de 40 combatientes drusos y varios civiles, en el transcurso de dos días de intensos combates.
El conflicto se habría desatado tras la difusión de un mensaje de audio atribuido a un druso, considerado blasfemo por sectores radicales islámicos. No se logró verificar la autenticidad del mensaje.
Las tensiones también reavivaron el recuerdo de las masacres confesionales ocurridas en marzo pasado en el oeste sirio, donde murieron unas 1.700 personas, en su mayoría alauitas, tras choques entre facciones rivales y fuerzas vinculadas al derrocado régimen de Bashar al Asad.
El actual gobierno, surgido tras el colapso del régimen anterior, enfrenta crecientes críticas por su manejo del poder y sus vínculos con milicias extremistas. La inestabilidad persiste en Siria a cinco meses del cambio de régimen.
En este contexto, Israel advirtió que actuará si la comunidad drusa vuelve a ser blanco de ataques. “Si el régimen sirio no logra impedir nuevos ataques contra los drusos, responderemos con fuerza”, declaró el ministro de Defensa, Israel Katz. El canciller israelí, Gideon Sa´ar, exhortó a la comunidad internacional a cumplir su papel en la protección de las minorías en Siria, “especialmente a los drusos”.
El portavoz del gobierno sirio, Asaad al Shaibani, rechazó cualquier injerencia extranjera y advirtió que “todo llamado a intervención internacional solo conducirá a una mayor división y deterioro”.
Los drusos son una comunidad religiosa esotérica surgida del islam chiita, con presencia significativa en Líbano, Siria e Israel. En los Altos del Golán, que Israel controla desde 1967, la comunidad drusa mantiene lazos estrechos con sus correligionarios al otro lado de la frontera, en un contexto marcado aún por la ausencia de paz formal entre ambos países.
Agencias colaboraron con este artículo de Aurora
Israel no debería meterse en ese tema; que lo haga la ONU. No podrá mantenerse Israel luchando en 4 frentes….Gaza, Líbano, Siria y el frente interno.