El judaísmo latinoamericano en un continente en crisis

17 septiembre, 2020 ,
Foto: Wikipedia - CC BY-SA 3.0

Reflexiones para Rosh Hashaná

El Contexto Global
Las comunidades judías de América Latina se hallan con más de 400.000 miembros, entre las mayores del mundo. Pero su relevancia no surge solo de la cantidad. Está dada también por sus intensivos niveles de actividad judía, y de compromiso con el Estado de Israel. Son comunidades donde se desarrolla una multifacética vida judía, con expresiones vigorosas en espiritualidad, educación, cultura, protección social, trabajo con los jóvenes, y muchos otros planos. Están indisolublemente ligadas a Israel, le han aportado una aliá numerosa, y muy respetada por sus muy positivos aportes al país.
Hoy están afrontando difíciles problemáticas, en un continente que a pesar de su enorme potencial, está sufriendo duramente los impactos de la pandemia, y de la recesión económica mundial.
La región tiene el 8% de la población del orbe, pero registra el 30% de los casos de infección del virus. Brasil es el segundo país del mundo en muertes después de Estados Unidos, con 120.000 víctimas. También son muy elevadas las cifras de México, Perú, Ecuador, y Chile.
Los aspectos centrales de su actividad económica han sido muy afectados. Entre otros aspectos, la demanda y el precio de las materias primas que exportan han bajado sensiblemente, las inversiones externas se han reducido, el turismo está en picada, las remesas enviadas desde países desarrollados por sus emigrantes han caído fuertemente.
A ello se han sumado los cierres de la economía, obligados por la pandemia. Las últimas proyecciones ajustadas de la CEPAL (ONU) prevén que el Producto Interno Bruto se contraerá este año un 9.1%, el desempleo crecerá a 13.5%, la pobreza pasará de 185 millones a 230, lo que significará que será el 37.3% de la población. La pobreza extrema ascenderá de 67.7 millones a 96.2, será el 15.8%. En una región que es una gran productora de alimentos, todas estas cifras llevarán a un marcado aumento del hambre y la inseguridad alimentaria.
Los cinco países que tendrán las peores caídas económicas son según la CEPAL: Brasil, México, Argentina, Ecuador y Perú. En los tres primeros viven la gran mayoría de los judíos latinoamericanos.
Las clases medias están experimentando agudos procesos de pauperización. En ellas están concentradas masivamente las comunidades judías. Sus ocupaciones típicas, pequeños y medianos empresarios, cuentapropistas, profesiones liberales, comerciantes, y otras están teniendo daños muy severos.
Frente a este panorama las comunidades tienen delante suyo en el 5781 una agenda de desafíos muy exigentes. Están trabajando activamente en ellos, conducidas por sus excelentes organizaciones centrales, y entregados líderes, esclareciendo y movilizando, poniendo en práctica nuevos programas adaptados a la emergencia, buscando afanosamente fuentes de financiamiento.
Probablemente sea útil orientar esa tarea recordando y teniendo al frente algunos principios cardinales de las fuentes y la sabiduría judía que aportan guías claras para la acción en situaciones plenas en dilemas como esta.

Algunos Principios Judíos Orientadores
• Pandemia. La primera prioridad para el judaísmo es la defensa de la vida y la salud. A tal punto lo resalta que según las fuentes está permitido suspender el sábado, el día sagrado de espiritualidad, si hay un tema de salud grave de por medio. Ante la pandemia coincidieron las autoridades espirituales judías. Debían practicarse escrupulosamente las indicaciones de la ciencia médica: distanciamiento social, lavado de las manos, mascarillas, cierre de actividades que significaran reuniones de grupos amplios de personas, restricción de actividades económicas. Las violaciones a estas directrices por parte de pequeños grupos comunitarios fueron duramente condenadas por dichas autoridades.
• Pobreza. Para el judaísmo la ayuda al pobre no puede esperar. El Levítico afirma “No te desentiendas de la sangre de tu prójimo”. El gran pensador Yeshayahou Leibowitz decía: “La pobreza no desaparecerá espontáneamente…Lo que D-os demanda de nosotros es que actuemos de una manera tal que no haya pobres en nuestra comunidad”.
• Tzedaká. Las fuentes consideran que es más importante que todas las otras prescripciones del judaísmo juntas. El término Tzedaká va más lejos de caridad y solidaridad. Hacer Tzedaká quiere decir “recuperar la justicia”, porque la pobreza es una afrenta a la dignidad del ser humano.
• Dignidad. En La Ayuda. Maimónides exige “que le abras tu mano”. Creó hace 1000 años atrás la escalera de la tzedaká. Su grado máximo es ayudar al prójimo “dándole un préstamo, o entrando en asociación con él para crear una fuente de trabajo”. Concibió el microcrédito y las ideas pilares de las políticas de desarrollo sostenible que hoy tratan de avanzar la ONU y otros organismos de cooperación internacional.
• Justicia Social. El prominente pensador A. J. Heschel llevó el mensaje de justicia social de los Profetas al Siglo XX. Abogaba por un pueblo judío comprometido en la lucha contra las injusticias. Exigía la participación de cada uno en la acción contra ellas y la solidaridad. No hay abstención ni neutralidad posibles ante injusticias como la pobreza, el racismo y las discriminaciones. Decía “en una sociedad libre algunos son culpables, pero todos somos responsables”.
• Protección a los más vulnerables. Isaías ordenaba: “busca justicia, libera los oprimidos, defiende los derechos de los huérfanos, protege a la viuda”.
• Memoria. Junto a enfrentar la pandemia, y sus consecuencias, las comunidades deben seguir exigiendo acabar con la impunidad frente a la masacre de la AMIA. “Justicia, justicia perseguirás” demandan las fuentes. Asimismo, deben luchar contra el negacionismo del Holocausto, y las nuevas formas del antisemitismo como la invasión masiva de los medios sociales por fake news llenas de odio antijudío.
• Solidaridad Activa Con El País. La genial interprete del Talmud Nechama Leibowitz, enseñaba que no hay incompatibilidad entre velar por la propia familia, por la comunidad, y por la sociedad. Resaltaba: “el corazón de un buen judío puede y debe ensancharse permanentemente”.
• Reparar El Mundo. Aún en las circunstancias actuales el Tikum Olam, es irrenunciable. Las comunidades y particularmente las jóvenes generaciones deben bregar para que haya un mundo mejor, más justo, y se recupere el equilibrio perdido con la naturaleza.
• Esperanza. Para tiempos como estos, debería tenerse muy en cuenta a Rabbi Nachman de Bratslav, cuando pedía “No desesperes nunca. Está prohibido renunciar a la esperanza”.
En este 5780, trabajar sin descanso por garantizar la vida comunitaria, la educación, la Tzedaká, la espiritualidad, y la dignidad de cada familia judía como lo vienen haciendo instituciones ejemplares como la AMIA, pilar del judaísmo argentino con sus 125 años de servicio, Jabad Lubavitch, Tzedaka, y las instituciones centrales de todas las comunidades judías de la región, y aplicar estos y otros principios axiales del judaísmo, será la mejor manera de rendir homenaje al espíritu de balance, reflexión y acción de Rosh Hashaná, y Iom Kipur.

(*) Asesor de diversos organismos internacionales, Doctor Honoris Causa de la Universidad Hebrea de Jerusalén, y de múltiples Universidad de América Latina y Europa.
[email protected]

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