Ebrahim Raisi, «El verdugo de Teherán», se convierte en presidente de la República Islámica de Irán

26 junio, 2021 , , ,
Ibrahim Raisi con Jamenei.

Raisi fue elegido con el apoyo extremo de la organización gubernamental del Estado.

Raisi es considerado cercano al Líder Supremo Ali Jamenei, quien en los últimos años lo nombró para una serie de altos cargos en el régimen, quizás, de cara a su futuro nombramiento como Líder Supremo. La actual candidatura a la presidencia es el segundo intento de Raisi de ser elegido, ya que perdió ante el actual presidente Hassan Rouhani en 2017.

Raisi nació en diciembre de 1960 en la ciudad de Mashhad. Según informes de los medios iraníes, Raisi dejó la escuela y se mudó a la ciudad religiosa de Qom, que es sagrada para el Islam chiíta. En la ciudad de Qom, comenzó a estudiar en escuelas religiosas. No hay información exacta sobre la educación o los títulos de Raisi, pero al parecer asistió a la escuela chiíta de Haghani. Esta escuela representa el trampolín para muchas figuras gubernamentales de alto nivel después de la Revolución Islámica; de hecho, se afirma que muchos de los roles de Raisi no le fueron otorgados por su educación o su educación religiosa, sino más bien por sus relaciones políticas dentro de la dirección revolucionaria y la confianza de los altos funcionarios que se ganó.

Ebrahim Raisi en su juventud

En la década de 1980, Raisi comenzó una carrera en el sistema judicial iraní y, a lo largo de los años, ocupó diversos altos puestos. Raisi se desempeñó como fiscal jefe de la ciudad de Karaj (1981) mientras servía como fiscal jefe de la ciudad de Hamedan (1982-1984). En 1985 fue nombrado fiscal adjunto de Teherán y se trasladó a la capital. En 1988, su actuación fue informada al entonces líder supremo Ruhollah Khomeini, quien abrazó a Raisi y le dio manos libres para ocuparse de asuntos legales en varias provincias de Irán, sin tener en cuanta al sistema judicial. Tras la muerte de Khomeini y el nombramiento de Jamenei como líder supremo, Raisi fue nombrado fiscal jefe de Teherán, cargo que ocupó de 1989 a 1994. De 2004 a 2014, se desempeñó como vicepresidente de la Corte Suprema de Irán y más tarde se convirtió en Fiscal General de Irán. Raisi ocupó este cargo hasta 2016, luego renunció para servir como presidente de Āstān-i Quds-i Raz̤avī, una organización benéfica religiosa rica e influyente. Desde 2019, Raisi se ha desempeñado como jefe del poder judicial, designado directamente por el Líder Supremo.

Raisi es un defensor de la dura represión de los disidentes y manifestantes contra la República Islámica. Esta destacada característica contribuyó a su avance en el sistema judicial iraní durante los últimos 40 años hasta convertirse en jefe del poder judicial. La parte más oscura a este respecto es su papel en las ejecuciones políticas de 1988 como fiscal general después de la guerra Irán-Irak. En este contexto, fue miembro del “Comité de los Cuatro” (el “Comité de la Muerte”) que a la luz de cuyas resoluciones y aprobación al menos 5.000 presos políticos fueron ejecutados en la horca en las cárceles. Esto le otorgó su apodo entre los círculos de oposición de “El verdugo de Teherán”.

A la luz de esto, y de su papel en la represión de las protestas populares contra el régimen en 2009, Raisi está en la lista de sanciones internacionales debido a sus violaciones de derechos humanos.  Tras el  anuncio su asunción como nuevo presidente de Irán, Agnès Callamard de Amnistía Internacional, pidió su imputación por lo que ella llamó “crímenes de lesa humanidad”.

Muchos afirman que existe una similitud entre Jamenei y Raisi, y que incluso ha sido marcado como el futuro sucesor del Líder Supremo. Al igual que Jamenei, que recibió el título de ayatolá de la noche a la mañana, cuando fue nombrado líder supremo de la República Islámica, hace cinco años, los medios de comunicación del gobierno decidieron de repente utilizar el título de ayatolá en nombre de Raisi. Ideológicamente, la visión de Occidente de Raisi es similar a la de Jamenei, se sabe que ambos sospechan mucho de Occidente. De manera destacada, ambos comparten su profunda desconfianza hacia Estados Unidos.

Raisi con Qasem Soleimani.

 

Raisi con Qasem Soleimani.

Hezbolá dio la bienvenida a la victoria de Raisi y la celebró en las redes sociales. Los partidarios de Hezbolá vieron la victoria de Raisi como una victoria sobre Estados Unidos y que el pueblo iraní se adhirió a la opción de la revolución islámica. Nasrallah felicitó a Raisi por su victoria y dijo que era la esperanza del pueblo iraní, los oprimidos y los combatientes de la resistencia.

En enero de 2018, cuando Raisi visitó el sur del Líbano, exploró la frontera israelí-libanesa, en el área de Maroun a-Ras, acompañado por los comandantes de campo de Hezbolá. Durante su visita, Raisi se reunió con líderes y personalidades de Hezbolá, el secretario general Hassan Nasrallah y Hashem Safi al-Din. Raisi también visitó a las familias de Imad Mughniyeh y Mustafa Badr al-Din en sus hogares.

Visita de Raisi al sur del Líbano.
Visita de Raisi al sur del Líbano.
Visita de Raisi al sur del Líbano.
Visita de Raisi al sur del Líbano.

La elección de Raisi a la presidencia se conocía de antemano. Esto es lo que quería el Líder Supremo y esto es lo que quería el régimen iraní, liderado por la Guardia Revolucionaria. Pero esto no es lo que quería el pueblo iraní, por lo que sólo el 48 por ciento de los que tenían derecho a votar lo hicieron. Esta es la participación más baja desde la Revolución Islámica a fines de la década de 1970.

¿Tiene algún significado la elección de Raisi, que se considera extremista en comparación con el presidente anterior, Rouhani, que se considera moderado? ¿Cuál será el impacto de la elección de Raisi sobre el acuerdo nuclear o la política regional de Irán en el Medio Oriente?

La política iraní en general y la política regional iraní en el Medio Oriente, en particular, están determinadas por el Líder Supremo y no por el Presidente.

La elección de Raisi no provocará ningún cambio en la política de Irán en el Medio Oriente a menos que el líder supremo decida hacerlo. Lo mismo ocurre con el destino del acuerdo nuclear. Las decisiones sobre las actuales negociaciones con Estados Unidos sobre el acuerdo nuclear son responsabilidad del Líder Supremo y no del Presidente. Jamenei es quien determinará cuál será el destino del acuerdo nuclear y no Raisi.

Fuente: Alma Research and Education Center

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