El masivo derrame de petróleo ocurrido frente a las costas israelíes sigue dando que hablar. Ayer, la ministra de Protección Ambiental, Gila Gamliel, había sacudido el avispero al afirmar que Irán estaba detrás del asunto, denunciando «terrorismo ambiental».
Las declaraciones de la funcionaria y miembro del partido Likud no tardaron en generar respuestas diversas en el escenario político y social. Primero fue Greenpeace, la ONG ambientalista con presencia en todo el globo. «Es simplemente escandaloso», expresó en declaraciones radiales Jonathan Aikhemnbaum, director de Greenpeace Israel. Y fue incluso más allá al asegurar que las declaraciones tienen que ver «con las elecciones próximas».
También salió al cruce Benny Gantz, ministro de Defensa y Primer Ministro alterno. Según consigna el medio Times of Israel, el líder del partido Azul y Blanco tomó distancia de la ministra, aunque fue menos categórico. Según Gantz, no hay pruebas que indiquen que fue intencional, aunque «no se puede descartar nada».
Recordemos que el derrame petrolífero afectó las costas israelíes y fue especialmente dañino para la fauna marina. Además, obligó a las autoridades a cerrar las playas mediterráneas.