Cómo entender lo injustificable: Casamientos judíos ortodoxos rompen la cuarentena

Casamiento Judío ortodoxo en Buenos Aires

Un profesor de filosofía de la UBA (Universidad de Buenos Aires) enseñaba a sus alumnos que no se puede estudiar ni entender la filosofía china, ni la hindú ni ninguna otra sin abandonar nuestra moral  y educación occidental, ponernos en su lugar y entender los  “por qué”.

Un ejemplo claro es el Nirvana: Para los hindúes hace referencia a un estado que puede alcanzarse a través de la meditación y la iluminación espiritual, y que consiste en la liberación de los deseos, el sufrimiento, la conciencia individual y el ciclo de reencarnaciones. Un occidental vería un hombre, aparentemente abandonado en su aspecto, vestimenta y alimentación, con los ojos cerrados y esperando morir o intentando suicidarse de mantenerse en ese estado inmóvil y con los ojos cerrados. Lo que es la búsqueda de la espiritualidad más profunda para unos, es ignorancia, tonterías y muerte para otros.

De la misma manera sucede cuando se trata de entender al que se considera un diferente. Tanto en costumbres étnicas o culturales, en religión, en vestimenta, y otros tantos ejemplos. En la Argentina se cometió un delito, porque había una prohibición del Poder Ejecutivo  que abarcaba a todos los habitantes y que no se detenía en credo, color de piel o ideología política. Tampoco en nacionalidad. La orden era clara: Aislamiento preventivo en hogares, distanciamiento social, no agruparse, prohibidas las reuniones en grupo, prohibido salir a la calle sin un permiso y otras tantas medidas.

Comunicado de la Asociación Argentina de Abogados Judíos de la República Argentina

Hasta aquí, está todo claro. Con adhesiones y oposiciones al encierro pero con una orden desde el Presidente de la Nación que también se dio en el Estado de Israel, en Europa, etc. Nadie puede decir que desconocía este Decreto de Necesidad y Urgencia ya que fue repetido hasta el infinito por todos los medios de difusión televisiva, radial, y gráfica. Sin embargo, no sucedió un quebrantamiento  a la orden, sino ¡tres!

Se celebraron 3 casamientos ortodoxos judíos en medio de la cuarentena. Uno de ellos se hizo viral y además fue el que más invitados ostentó. ¿Por qué?  ¿Por qué eran impostergables? Los Grandes Rabinos de Israel, en medio del pico del Coronavirus en Israel ordenaron la no asistencia a las sinagogas, prohibieron besar la Mezuzá (es un pergamino que tiene escrito dos versículos de la Torá; se encuentra albergado en una caja o receptáculo que está adherido al marco derecho de las puertas de las casas judías), incluso se prohibió asistir al Muro de los Lamentos.  Se prohibió los festejos de las festividades judías visitando familias, y había que permanecer aislados cada uno en sus casas.

Las costumbres ortodoxas acostumbran a casamientos pomposos. Con decoraciones, comida abundante. Estas familias pertenecen a una comunidad ortodoxa que es muy conocida por centrar sus actividades en la educación y las enseñanzas que comienzan desde la infancia y culminan mucho más allá de sus casamientos. Poco se ha dicho que esta fue la segunda fecha elegida para el casamiento. La primera se decidió antes de la pandemia y en vista a las precauciones por el Codiv-19,  se eligió otra fecha que, lamentablemente, quedó aún dentro de la restricción de aislamiento.

Los padres de los novios pusieron ciertas reglas a los pocos invitados que iban a asistir: sólo el núcleo central de la familia, los más cercanos. Con barbijos, con respeto por las distancias en la medida de lo posible… Igual estaba mal, pero tampoco era la intención reunir a 120 personas. Aunque hubo tres casamientos, dos estaban dentro de las 8 a 12 personas.

El casamiento que se hizo viral, fue una pareja de novios que vivían en el mismo edificio. De familias muy numerosas ambos (desde los más allegados e íntimos), se  extendió a vecinos del edificio, de la comunidad, de afuera.  Las Comunidades de este tipo, con tantos años de relaciones, trabajo, estudios, rezos, cenas, festividades…. En un momento, son como de la familia. No llegaron todos juntos. Iban llegando en diferentes horarios. Algunos saludaban y se iban. Otros se encontraban con conocidos y  permanecían un rato más. Cuando se retiraban, llegaban otras familias. Se saludaban, se ponían al tanto de sus vidas, seguían su camino: unos ingresaban y otros se retiraban.

Es muy posible, que si se analizan los videos virales, en la mayoría se reconozcan los rostros de familiares y no de desconocidos o amigos. ¿Eso justifica? ¡Nada justifica! Casi todas las Comunidades  Ortodoxas se habían puesto de acuerdo en respetar la cuarentena. En no permitir las reuniones en aislamiento ni los festejos. Esta comunidad en especial debe hacerse cargo delo sucedido dentro de lo más recóndito de sus integrantes.

El Rabino Fabio Pirowicz comentó: “Estoy dolorido, muy dolorido. Con el corazón lacerado. No tengo vergüenza, ni hago leña del árbol caído. No estuve invitado a los casamientos en cuestión. Mi yerno me preguntó hace varias semanas qué entendía yo que era lo que tenemos permitido hacer y no hacer, en base a estas circunstancias. Le contesté: Lo que tenés que hacer es aquello que le puedas explicar a cualquiera, en caso contrario, no lo hagas”.

Está claro, todos tienen en claro, que obraron mal. Que se pusieron en riesgo ellos y a su vez pusieron en riesgo la vida de otras personas. Esta nota no intenta justificar, perdonar, disculpar. Sólo saber que a pesar de vivir en un mismo lugar (sea donde fuera ese lugar), siempre habrán personas con creencias distintas, con culturas distintas, con necesidades distintas y con actitudes distintas. La prioridad siempre debe ser el respeto a las leyes del país donde uno vive, se radica, inmigra o habita.

Repudios:

Eliahu Hamra, Presidente de Vaad Hakeilot de Amia tuiteó: “En virtud de los hechos de público conocimiento, les informo que la comunidad judía ortodoxa en Argentina repudia esta acción llevada a cabo por particulares en lugares privados que no han cumplido con el aislamiento social, preventivo y obligatorio”

Tuit de Eliahu Hamra

Por su parte, Amia emitió un comunicado:

Ante los hechos de público conocimiento relacionados con la violación del aislamiento social, preventivo y obligatorio que rige en nuestro país, AMIA repudia enérgicamente lo sucedido e informa que:

– No ha avalado ninguna ceremonia religiosa desde que se inició la pandemia.

– Ningún evento de estas características puede ser realizado, atento al decreto que se publicó en el Boletín Oficial el 19 de marzo pasado.

– El cuidado de la salud y el respeto por las normas que se establecieron deben ser la prioridad absoluta de la sociedad en su conjunto.

– Bajo ninguna circunstancia puede ponerse en riesgo la vida propia y la de los demás.

– Las violaciones a la cuarentena que se han registrado no se condicen con la actitud de total responsabilidad que la mayoría de la comunidad judía organizada está implementando desde el inicio de la pandemia.

-Hoy más que nunca las medidas dictadas por las autoridades sanitarias tienen que extremarse en pos de cuidar la salud de todos.

-Proteger la vida propia y la de nuestros prójimos es un mandato que no puede ser desobedecido ni ignorado.

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