El 27 de noviembre, el director del programa nuclear militar de Irán, Mohsen Fakhrizadeh, fue eliminado. Fakhrizadeh tenía vasto conocimiento de toda la vida sobre la coordinación, la adquisición, y la administración de muchos componentes del programa – que van más allá de los aspectos científicos. Los iraníes culpan a Israel y están decididos a vengar el asesinato, y pese a la profunda presión que están sufriendo los líderes iraníes, tendemos a creerles.
Qué interesante, sin embargo, pues aquí hay una gran oportunidad para el gobierno de Biden, quien ingresará a la Casa Blanca en un mes. De acuerdo con los informes en Estados Unidos, a Biden le interesa reanudar las negociaciones sobre el acuerdo nuclear.
Por su parte, los iraníes dejaron en claro que no hay diferencia entre Biden y Trump, y se quemaron fotos de ambos en las manifestaciones posteriores al asesinato, junto con las banderas de EE.UU e Israel.
Si el gobierno de Biden, contrariamente a lo que hizo la UE al condenar el asesinato, envía el mensaje claro de que el programa nuclear militar es un delito y es ilegítimo, y que por lo tanto, cualquier plan o ataque contra Israel tras el asesinato, desencadenará una respuesta de los estadounidenses; hará que éstos lleguen mejor parados a la mesa de negociaciones. En el Medio Oriente, aquellos que muestran debilidad no son valorados. En cambio, quienes adoptan una postura definida son respetados.
Fuente: Alma Research and Education Center.
Traducción de Michelle Terdjman.