El primer ministro, Naftalí Bennett, advirtió al grupo terrorista islámico Hamás que no tolerará más violencia de ningún tipo, un mes después de que finalizara la última confrontación entre las partes.
Durante una ceremonia en el Monte Herzl de Jerusalén para recordar a los soldados caídos durante la guerra de Gaza de 2014, Bennett expresó: “Nuestros enemigos deben entender las reglas, y deberían saber que nuestra paciencia se está agotando”.
En el primer acto oficial que participa desde que tomó posesión, el 13 de junio pasado, Bennett declaró que “Aquellos que viven en las comunidades adyacentes a la Franja de Gaza no son ciudadanos de segunda. Los habitantes de Sderot, Ashkelon y Kfar Azza tienen derecho a vivir en paz y seguridad”.
El primer ministro alertó que Israel no tolerará el fuego esporádico en referencia a los ataques con cohetes y los continuos lanzamientos de globos incendiarios contra el sur del país desde el enclave costero controlado por Hamás.
“Nuestra rivalidad no es con la población de Gaza. No tenemos intenciones de dañar a quienes no se levantan contra nosotros para asesinarnos. No odiamos a quienes están mantenidos de rehenes por una cruel y violenta organización terrorista”, apuntó el titular del Ejecutivo.
En la ceremonia participaron además el ministro de Defensa, Benny Gantz, el presidente saliente, Reuvén Rivlin, y el presidente electo, Isaac Herzog.
Durante la guerra de 50 días contra Hamás, en el verano de 2014, murieron 67 soldados y seis civiles israelíes.
Sobre los israelíes cautivos y los restos de los soldados que están en manos de Hamás, Bennett aseveró que “haremos todo los posible para traerlos de regreso a casa”