lun. May 12th, 2025

Por Yehoshua Kalisky

Hasta ahora, todos los ataques con misiles balísticos hutíes contra Israel, utilizando el modelo de misil “Palestina-2”, habían fracasado.

Los proyectiles fueron interceptados lejos de las fronteras israelíes por los sistemas de defensa Arrow [Jetz] de Israel y el sistema THAAD estadounidense.

Como resultado, aparte de las molestias a los civiles israelíes, no se registraron daños físicos.

Sin embargo, el impacto de ayer cerca del Aeropuerto Ben Gurión cambió la ecuación y expuso una verdad bien conocida: en defensa, el éxito no es absoluto.

A diferencia de casos anteriores, los hutíes no especificaron el tipo de misil utilizado en este último lanzamiento.

Aun así, el sistema de seguridad israelí considera que no se trató de un misil revolucionario ni avanzado, sino de un fallo técnico en los sistemas de interceptación.

Una posible explicación del fallo es la limitada capacidad de maniobra del misil, gracias a la tecnología de propulsión vectorial, que le otorga a la ojiva cierta libertad para evadir interceptores.

Es importante recordar que los hutíes poseen un avanzado arsenal de misiles balísticos, en su mayoría de origen iraní, algunos de los cuales han sido modificados localmente.

Su arsenal incluye cientos de misiles balísticos de corto alcance de combustible líquido (como el Emad, el Qadr y el Khorramshahr) y docenas de misiles de largo alcance (con un alcance de entre 1700 y 2000 km), como el Shahab-3, el Sejjil y el Palestine-2, algunos de los cuales se basan en el misil iraní Fateh-110 y utilizan combustible sólido.

Además, los hutíes poseen un arsenal de misiles de crucero (como el Soumar) y una impresionante flota de drones suicidas merodeadores.

Los más notables son los Samad-3 y Samad-4, clasificados como vehículos aéreos no tripulados (VAN) autónomos de merodeo con capacidades de carga útil de 30 a 40 kg de explosivos y un alcance estimado de 2000 a 2500 km.

Los misiles lanzados desde Yemen hacia Israel siguen una trayectoria balística, lo que los hace interceptables por los sistemas Arrow y el sistema THAAD, ya sea cerca o fuera de la atmósfera, a altitudes de 100 a 150 km.

Cabe recordar que la forma más efectiva de interceptar misiles balísticos es durante la fase inicial de impulso o en pleno vuelo, fuera de la atmósfera, lejos del objetivo previsto.

Estos fueron los tipos de intercepciones realizadas recientemente por la Fuerza Aérea Israelí.

Una intercepción en una etapa tardía, sobre el territorio del país, es preferible a un impacto en la ojiva del misil, que transporta cientos de kilogramos de explosivos.

Esta es una intercepción subóptima, ya que la colisión entre el misil interceptor y el misil objetivo a velocidades extremadamente altas imparte una enorme energía cinética a los fragmentos o metralla resultantes.

Esto resulta en una dispersión amplia y aleatoria de escombros, algunos de los cuales pueden pesar decenas de kilogramos.

Esta es también la razón por la que se requiere permanecer en áreas protegidas durante aproximadamente 10 minutos.

Debemos recordar que el Estado de Israel cuenta con capas de defensa efectivas, pero no herméticas.

El estricto cumplimiento de los protocolos de seguridad y las instrucciones del Comando de la Retaguardia [Pikud Haoref], combinado con la superioridad tecnológica, garantizará la máxima seguridad para los ciudadanos del país.

Fuente: INSS – The Institute for National Security Studies

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