El Gobierno alemán calificó hoy de «vergüenza» el ataque sufrido en Alemania el domingo por un judío «por el mero hecho de serlo», agresión que la Fiscalía general investiga como «intento de asesinato antisemita».
«Estamos consternados ante un acto de violencia vergonzante contra un judío», afirmó el portavoz de la canciller Angela Merkel, Steffen Seibert, tras la agresión sufrida ante una sinagoga de Hamburgo, por un joven de 26 años, al que atacó con una pala plegable un hombre, de 29 años, vestido con uniforme militar.
La víctima llevaba una kipá, por lo que era «identificable como judío», recordó Seibert. Su atacante, que fue detenido por la Policía poco después, le asestó un fuerte golpe, que le produjo heridas de gravedad.
El ataque ha generado las más duras condenas del Consejo Central de los Judíos de Alemania y de todo el arco parlamentario alemán.
Se da el caso de que sucedió, además, a punto de cumplirse el primer año del atentado contra una sinagoga de Halle (este del país), el 9 de octubre del pasado año.
A raíz de ese atentado, que se produjo el día de Yom Kipur, se han reforzado las medidas de seguridad en torno a los templos judíos, como el de Hamburgo.
Ello favoreció la rápida detención del agresor que, según fuentes policiales, presentaba síntomas de enajenación mental.
El atentado contra la sinagoga de Halle fue perpetrado por un neonazi, al que se juzga desde el pasado julio. Intentó, sin lograrlo, entrar en el templo con intención de causar una matanza en suelo alemán en la máxima festividad judía, según su confesión.
Iba vestido con un traje paramilitar y, tras disparar más de veinte tiros contra la puerta de la sinagoga sin lograr que cediera, mató a una mujer que pasaba por la calle y luego irrumpió en un bar turco de comidas rápidas, donde disparó a discreción hasta matar a un cliente.
El ataque de Halle activó las alertas sobre el creciente antisemitismo en la Alemania actual. EFE