El presidente, Reuvén Rivlin, manifestó al depositar su sufragio en su ciudad natal, Jerusalén, que espera que en las próximas elecciones pueda votar junto a su esposa, Nechama que se encuentra en el hospital a raíz de las complicaciones de un trasplante de pulmón que se le realizó el mes pasado.
“Durante cincuenta años he votado aquí con mi esposa. Soy optimista y tengo muchas esperanzas de que la próxima vez votemos aquí en nuestro lugar habitual”, expresó Rivlin con los ojos visiblemente llorosos.
Nechama Rivlin fue sometida, el mes pasado, a un trasplante de pulmón, que resultó inicialmente exitoso; pero repentinamente tuvo que ser internada en el hospital, la semana pasada, debido a problemas respiratorios, lo que obligó al presidente a acortar su visita oficial a Canadá y retornar anticipadamente al país.
Rivlin aprovechó la oportunidad para instar a los israelíes a que vayan a votar. «Ni el presidente ni los jefes de los partidos políticos decidirán quién será el próximo primer ministro. Los únicos que decidirán quién será el primer ministro y cómo estará compuesto el Gobierno son ustedes. Y para tener influencia, hay que votar», apuntó.
El presidente dijo que «la democracia no es evidente por sí misma ni algo que deba darse por sentado».
«Las elecciones son una celebración de la democracia», aseveró Rivlin. «Es el día en que ejercemos nuestro derecho a gobernar nuestro destino, como ciudadanos con iguales derechos y como socios en la empresa política del Estado de Israel”.
«La democracia no es evidente por sí misma, ni la capacidad de un estado para preservar su carácter democrático ni la independencia de sus instituciones de gobierno ni su compromiso inquebrantable con la igualdad civil e igualdad ante la ley», agregó el presidente.
“Basta con mirar a nuestros vecinos, como así también la situación de los ciudadanos de muchos otros países del mundo, para darse cuenta que el derecho de los ciudadanos a decidir su vida, su destino y su futuro se consigue mediante un trabajo duro”.