A tres días del plazo para aprobar el presupuesto, Israel teme nuevas elecciones

Benny Ganbtz y Benjamín Netanyahu Foto archivo: Sebastian Scheiner/Pool vía REUTERS

A tres días de que finalice el plazo para aprobar el presupuesto, la coalición de gobierno israelí no logra llegar a un acuerdo, lo que podría desencadenar unas nuevas elecciones, las cuartas en año y medio.

La medianoche del lunes 24 de agosto, es la fecha límite con la que cuenta el Ejecutivo para aprobar el presupuesto, que desde hace semanas ha estado en el centro de una disputa entre el primer ministro, Benjamín Netanyahu, y el ministro de Defensa, Benny Gantz.

El primero, líder del Likud, aboga por un presupuesto que solo cubra los meses que quedan de 2020, pero Gantz, que encabeza la formación Azul y Blanco, exige uno bianual que se prolongue durante 2021, tal como establece el acuerdo de coalición que ambos firmaron para crear el Ejecutivo de unidad.

Antes de esa fecha, podría aprobarse una prórroga del plazo, previsiblemente de cien días, pero tampoco por el momento se han puesto de acuerdo sobre esto.

Según analistas y medios, la disputa sobre el presupuesto es tan solo una excusa de Netanyahu para librarse del acuerdo de coalición que prevé una alternancia en el cargo de primer ministro, que pasaría a Gantz a fines del 2021.

El periodista Ben Caspit escribe hoy en el diario Maariv que su intención sería convocar a nuevos comicios con el fin de formar un Ejecutivo más leal, que le permita aprobar leyes que lo beneficien en el juicio por corrupción a que se enfrenta, acusado de fraude, cohecho y abuso de confianza en tres casos distintos.

La intención de Netanyahu, cree Caspit, es poder seleccionar él mismo al jefe de la Policía, al fiscal general del Estado y al abogado del Estado, algo que según el actual fiscal general, Avichai Mandelblit, implicaría un profundo conflicto de intereses, dado que es el Estado quien le está investigando.

«Seguiremos actuando responsablemente en nombre de los ciudadanos de Israel y es importante que hagamos todo para evitar unas nuevas elecciones, aprobar un presupuesto que el país necesita y proceder de acuerdo a las necesidades vinculadas al coronavirus», dijo ayer Netanahu, en un gesto de presión a Gantz, que hasta ahora parece decidido a no dar su brazo a torcer.

El jefe del Gobierno «quiere elecciones por sus cuestiones personales. Todo lo demás es una pantalla de humo», acusó Azul y Blanco en un comunicado el miércoles.

El presidente, Reuvén Rivlin, llamó la atención a ambos y ayer dijo: «La confianza del público en sus representantes alcanzaría su punto más bajo si hay nuevas elecciones. Tras tres elecciones en menos de un año, nosotros, el pueblo, nos sentimos engañados».

Vista la distancia que separa a los dos grandes partidos, a estas alturas, las negociaciones entre ambos parecen centrarse en la aprobación de la prórroga. Pero también ahí el desacuerdo es grande, lo que acerca cada vez más la posibilidad de unos nuevos comicios. EFE

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