Un emprendimiento único para ayudar a los inmigrantes latinos a alcanzar el éxito en Israel

27 agosto, 2019 ,

Ilan Bresler, casado y padre de trillizos, nació en Argentina hace 45 años y se define “cordobés por opción”. Desde hace 22 años vive en Israel, actualmente en Jerusalén. Ilan es el creador de CUCÚ, una iniciativa única que busca ayudar a muchos inmigrantes latinoamericanos en uno de los aspectos más complicados de la vida en Israel: la economía personal y familiar. El próximo 13 de septiembre, CUCÚ celebrará un evento único en Jerusalén donde brindarán herramientas para ayudar a los participantes a “despertar su éxito económico”.

¿Cómo nació la idea de Cucú y cuál es su objetivo?

CUCÚ nació desde la necesidad de una respuesta real y posible para el dolor y el miedo que provocan en la mayoría de las personas, el tema del dinero y la economía personal y familiar. En este campo está incluido el financiamiento del nivel de vida personal y familiar, préstamos, ahorros, inversiones, presupuesto para gastos, entradas o sueldos y el deseo de crecimiento y avance en todo aspecto.

El objetivo de CUCÚ, entonces, es dar instrumentos físicos, mentales, emocionales y espirituales para mejorar la calidad de vida de la familia latina en Israel a través del dominio del arte de la economía personal.

Con una metodología asimilada desde los parámetros del coaching económico, aprendido de los referentes en el tema más conocidos en Israel y el mundo y desde mi experiencia personal y mi formación crediticia en el ámbito bancario en Israel y hasta desde mi pasado educativo, creé este emprendimiento en sus distintas facetas según las necesidades: Coaching personal, en equipo y conferencias, más un taller voluntario para Olim recién llegados en Mercazei Klita sobre la reglas básicas de la economía financiera de Israel.

El deseo de CUCÚ es ser el referente más significativo de las familias latinas en Israel que tienen la voluntad de mejorar su calidad de vida y potenciar sus posibilidades.

Ilan Bresler

¿Cuál es la importancia de algo como Cucú en Israel?

El estrés que provoca ocuparse de la economía personal es universal por eso creo sinceramente que la importancia de CUCÚ es en el mundo, no solo en Israel.

Sin embargo, hay factores que caracterizan ciertos grupos, entre estos, Olim de Latinoamérica en Israel, con los cuales me enumero y con los cuales me siento más identificado por las huellas que dejó en mis experiencias de vida. Desde que hacen Alia, los inmigrantes quedan a la deriva de la información y formación valiosa que existen hoy en el mundo en general y en Israel en particular para tomar las riendas de la economía familiar, limitados por la diferencia del idioma y la cultura, ya que las principales barreras para superar este dolor están en la mente, en las emociones, en los parámetros que recibimos desde chicos en la casa y hasta en la evolución de las generaciones. Así que tratar este tema en un idioma extraño y una cultura diferente, es casi imposible.

Yo lo pude hacer, pero hubiera querido llegar a esa formación mucho antes, en mi idioma materno y de esa manera poder ahorrarme sufrimiento. Es por eso por lo que hice este emprendimiento.

Para más información acerca del próximo evento de CUCÚ haz click aquí

¿Qué piensas del fenómeno del «minus» en Israel?

El «minus» en Israel tiene dos caras: por un lado, el sistema financiero y por otro el sistema personal de cada uno de nosotros. El sistema financiero en Israel es de una economía crudamente capitalista. Mas allá de si estamos de acuerdo o no con ese sistema, éste, es el mejor sistema que el hombre ha desarrollado hasta ahora, el cual resalta las libertades personales y pone en las manos del individuo toda responsabilidad en sus libres elecciones. Los bancos, dentro de parámetros regulatorios también capitalistas, propone distintos productos crediticios, y el individuo elige. Suena bien, ¿no?

Bueno, quizás, si nos olvidamos de las manipulaciones que se nos hace todos los días a toda hora a todos los individuos para consumir cada vez más, autos, azúcar, electrodomésticos, vacaciones, etc. En el caso de los bancos, estos alientan el consumo de los créditos con el objetivo de ganar más dinero. Así es que la elección libre es por lo menos dudosa: El 70% de la población en Israel está en «minus» en la cuenta corriente (rojo al descubierto) en forma regular. El «minus» es el producto de crédito más caro y el menos recomendado, es el que provoca más endeudamiento y hábitos perjudiciales, y en el banco es el más fácil de recibir y en el que menos se «ocupa» el banco.

Acá entramos en la segunda cara, que es el sistema personal de cada uno, porque echarle la culpa al sistema sería engañoso: realmente somos libres y podemos gobernar nuestras acciones.

Pero la gran mayoría de los humanos nos comportamos de la misma manera, y quizás los bancos saben cómo manipular nuestra libre elección, pero ¿qué pasa con nosotros? Nosotros nos dejamos manipular. Vamos por el mundo como si fuera que alguien externo es responsable de nuestras vidas y decisiones. «Alguien lo pagará», «de algún lado saldrá», «lo quiero ya y ahora», «lo necesito», etc, son las afirmaciones que nos gobiernan.

Sumado a la frustración cotidiana de una vida difícil, el cansancio, la mediocridad, la depresión, la sensación de que podemos más de lo que hacemos. Rápidamente llegamos a la conclusión de que nos merecemos algo por tanto sufrimiento. Este círculo vicioso es el más difícil de superar, más que nada porque estamos frente a un mundo cambiante y desconocido y no tenemos modelos actualizados. Ya no es el mundo de nuestros padres y abuelos, es otro.

El «minus» es el resultado de una fórmula elegida que llevamos dentro de nosotros por todos lados y nos da «minus». La base del cambio a «plus» está en el cambio de esa fórmula, por libre elección.

 

¿Cuál es el principal público para esta iniciativa?

El principal público de esta iniciativa son familias trabajadoras, que tienen un sueldo o entradas mensuales que supuestamente proporcionan esa calidad de vida que desean, pero por algún motivo, sienten que no la tienen.

Esas familias que sienten que el día se les va de las manos. Que están «Beseder» (bien) pero que lo están a costa de un estrés y agotamiento que no tienen termino. Esas familias que tienen una fórmula del éxito que no les funciona e intuyen que hay otra forma, tal vez. Esas familias al borde del cinismo, la incredulidad, el miedo, la sospecha acerca de las leyes de la naturaleza, que empiezan a creer que no hay salida, pero que por otra parte quieren criar a sus hijos a ser felices, a triunfar, a llenarse la vida de sueños cumplidos, a creer que todo es posible.

¿Tienen los olim jadashim en Israel un espíritu emprendedor al igual que una parte importante de la población?

El hombre por naturaleza nace con un espíritu emprendedor. Pero en algún momento de la vida le vamos bajando el volumen a ese espíritu.

Por ejemplo, en mi casa me inculcaron de chiquito estudiar para tener un título, lo que sea, pero era lo más importante y después conseguir un trabajo y así hasta jubilarme. Esta filosofía ya no es real en ningún lugar del mundo.

En los últimos 30 años en Israel, impulsado por el liderazgo tecnológico e inversiones y apuestas estatales y privadas, y acompañados de una estabilidad económica y financiera, con créditos fáciles para el desarrollo de ideas (no todo es malo en la economía capitalista), hay un auge de emprendimientos independientes.

Israel es el primer lugar en el mundo en mayor número de emprendedores per cápita, así también para el inmigrante que llega desde el exterior, donde la posibilidad de un emprendimiento se torna más real.

Ahora bien, para emprender hace falta una fortaleza mental y emocional, que en el mundo latino ha sido dañada durante muchos años, y es por esto que pareciera ser que a los latinos les cuesta más emprender. A esto hay que sumarle la falta de seguridad personal en un lugar nuevo y desconocido, un idioma que no se gobierna con propiedad y la falta de «derecho de piso», que nadie te conoce ni a ti ni a tu familia. Pero en realidad, emprender es la acción más humana que hay.

¿Qué consejo le darías a alguien que está comenzando su vida laboral o comercial en Israel?

El primer consejo que les puedo dar es que tengan una visión clara a largo plazo. Y sea esa visión sea la que marque sus acciones en el presente, sin dejarse engañar por las grandes dificultades que se presentan. Cuando la visión es clara, el problema se transforma en desafío.

El segundo consejo: no temerle al error. Cuando el temor es el que nos hace tomar decisiones, entonces cerramos puertas a nuestro potencial.

El tercer consejo: planificar por escrito, en un papel, números y acciones que nos llevaran a cumplir la visión.

Y por último: Nunca darse por vencido, ni aún vencido.

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