«Thanks for the dance», la coda póstuma de un Cohen que amó la vida

17 noviembre, 2019
Leonard Cohen Foto archivo: REUTERS/Valentin Flauraud

Meses antes de su muerte, Leonard Cohen dejó grabados nueve bocetos de canciones inéditas que ahora su hijo presenta en Londres en un álbum póstumo que es la coda perfecta al trabajo de un cantante y poeta enamorado de la vida hasta el final.

«Thanks for the Dance» (Gracias por el baile) es el título de este nuevo disco, que saldrá a la luz el 22 de noviembre, y que fue planeado por el cantautor canadiense (1934-2016), que dio instrucciones a su hijo Adam para hacer la producción y arreglos necesarios.

«Principalmente se trató de adivinar cuál era la mejor dirección que podía tomar y, a veces, tener conversaciones imaginarias con él e intentar recordar que la pregunta principal es ‘¿Qué haría él?'», explicó Adam Cohen en una entrevista.

El poeta de Montreal grabó las nueve canciones durante la grabación del que hasta ahora era su último disco, «You Want It Darker».

Aquellos días trabajó con la solemnidad y la exigencia que le caracterizaba, insistiendo en las correcciones, pero con una «sensación de urgencia al mismo tiempo», relató Adam Cohen durante la presentación del álbum.

Pocos meses después de la muerte de Cohen en noviembre de 2016, Adam se retiró a un garaje cerca de la casa de su padre para conseguir dar al disco el estilo melódico y el tono instrumental característicos de la trayectoria del autor de «So long, Marianne».

«Una gran parte (de la producción) se la debo a los artistas, a quien respeto y admiro. Su contribución en el disco tiene que ver más que con el tamaño de su gesto, con el tamaño de su corazón», contó el hijo sobre la producción, en la que han intervenido varios artistas cercanos al mítico cantante.

«Intenté asegurarme de que la música era un apoyo y no una distracción. De llevar a la gente a un viaje y que fuera como traer a Leonard Cohen de vuelta por 30 minutos», añadió.

En los créditos del álbum aparecen artistas que han colaborado, entre ellos el productor Daniel Lanois (colaborador de U2), Bryce Dessner de The National, el coro berlinés Cantus Domus, el baijsta de Arcade Fire Richard Reed o la española Silvia Pérez Cruz.

«Simplemente intenté honrar lo que pienso que él habría hecho. Intenté incluir las marcas musicales que el usó en todos sus trabajos. También intenté plasmar a Javier Mas y la guitarra española, característico de la influencia mediterránea de su trabajo».

Mas, que acompañó a Cohen durante ocho años en sus últimas giras, ha dejado huellas flamencas con su laúd y también con la guitarra, la cual tomó prestada del mismo cantante durante la grabación del acompañamiento instrumental.

El disco abre con su ya épica «It happens to the heart», cuya letra apareció publicada anteriormente en su libro póstumo, «La Llama», y en la que Cohen echa la vista atrás y repasa su trayectoria vital.

Y sigue con piezas más cortas, breves poesías con pequeños matices musicales, como «Moving On», «Torn» o «The Goal», en las que recoge reflexiones sobre los temas que son su gran preocupación e inspiración: amor y muerte.

«The Night of Santiago», basada en una traducción de «La casada infiel» del «Romancero Gitano» de Federico García Lorca, deja constancia de la admiración que sentía Cohen hacia el poeta español, a quien ya tradujo en otras ocasiones («Take this waltz»).

Como cierre del disco, Cohen eligió «Listen to the hummingbird», una canción que su hijo califica como «metafísica» y que evoca a una búsqueda mística que él mismo experimentó en vida, criado en una familia judía tradicional y ordenado monje zen en 1996.

«Escuchad la mente de dios/ No me escuchéis a mí», rezan los últimos versos de la canción. EFE

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