Andreas Weiland (Unsplash)

Típico deseo que recibimos cuando cumplimos años, nos vamos de viaje o en cualquier acontecimiento que celebremos. Pero… ¿Qué es la felicidad?

La felicidad es una emoción, y como tal responde a estímulos, es cambiante y puede llegar e irse muchas veces por semana, por mes, por año.

Y si es cambiante, ¿Cómo podemos hacer para ser más felices? Seguramente no haya una respuesta correcta para esa pregunta y tenga tantas opciones como personas haya en el mundo. Lo que sí hay es un estudio de la Universidad de Pennsylvania en el cual según el Dr. Martin E.P. Seligman, escribir tres acontecimientos positivos cada día mantiene altos los niveles de felicidad.

Agradecer genera en los seres humanos grandes beneficios:
– Reduce la insatisfacción: el ver lo que tenemos y agradecerlo nos permite valorar y tener sensaciones de bienestar.
– Genera una actitud positiva: por el hecho de apreciar lo que logramos.
– Eleva la autoestima, la confianza y la seguridad: nos ayuda a adaptarnos a las
circunstancias.
– Nos hace más conscientes del mundo y eleva la presencia: plasmar cuestiones concretas nos conecta con el presente y el entorno.
– Fortalece relaciones: podemos lograr relaciones más sanas y empáticas gracias a la conexión con el presente y la valoración del mismo.
-Incrementa la salud física y mental: las emociones influyen en nuestra corporalidad y nuestros pensamientos. Tener emociones funcionales nos ayuda a alcanzar objetivos.

Como seres humanos tenemos el desafío de generarnos el hábito de reconocer y darnos cuenta de lo que tenemos en vez de centrarnos en todo aquello que nos falta. Eso va a colaborar para sentirnos agradecidos.

De lo que debemos tener cuidado es de no caer en el exceso de positivismo o en la generación de expectativas irreales poco coherentes con nuestras capacidades y circunstancias. Estas expectativas juegan un rol fundamental, porque si son muy elevadas para nuestras capacidades, tendremos mayor riesgo de frustración, y cuanto menores sean, menos ambición por los logros(por ejemplo si esperamos despertar cada mañana es poco probable que nos sintamos agradecidos por estar vivos).

Precisamos encontrar el equilibrio en el cual no dejemos de estar interesados en mejorar, ni tampoco rendirnos de inmediato. El fin es ser conscientes y aceptar las limitaciones, tener expectativas claras y agradecer cada paso que damos. Así también es fundamental expresar esa gratitud y no solamente pensarla, sino, es como un regalo envuelto y no entregado.

Te propongo comenzar este desafío y escribir todos los días 3 cosas que agradezcas. Por más simples que te parezcan, generan grandes efectos en tu forma de vivir y de ser.

Seguramente así se cumpla el deseo que suelen darnos y seamos muy felices.

Micaela Akawie
@micaela.mentoring
[email protected]

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