¿Qué escenarios abrirán las nuevas elecciones en Israel?

Carteles electorales de Netanyahu y sus rivales políticos de Azul y Blanco Foto: REUTERS Nir Elias

Las encuestas de intención de voto en Israel no dan un claro ganador, lo que abre un abanico de posibilidades para la formación de gobierno, que dependerá de la votación popular que se celebrará mañana, martes, pero también mucho de la negociación posterior entre los partidos.

La única certeza que hay por el momento es que, probablemente, tras el recuento de los votos aún no estará claro quién encabezará el próximo Ejecutivo.

Ninguno de los principales sondeos prevé que la formación de un Ejecutivo para los dos principales bloques (el de derecha con los ultraortodoxos y el de partidos de centro y de izquierda) sea viable, lo que acerca la posibilidad de un Gobierno de unidad con los dos principales partidos: el Likud del primer ministro Benjamín Netanyahu, y Azul y Blanco, que lidera Benny Gantz.

La mayoría de sondeos pronostican a cada uno de ellos alrededor de 32 escaños, de un total de 120 que conforman la Knéset (Parlamento).

Los partidos con los que el actual primer ministro pretende formar una coalición son el Yamina (ex Nueva Derecha), que obtendría alrededor de 9 diputados, y los ultraortodoxos Shas y Judaísmo Unido de la Torá, que conseguirían 7 cada uno.

De esta manera, Netanyahu alcanzaría alrededor de 55 escaños, seis menos de los 61 necesarios para tener mayoría simple en la Cámara, algo que tampoco lograría en el caso de que el extremista Poder Judío (Otzma Yehudit) consiguiera entrar en el Parlamento y Bibi opte por incorporarlo a su eventual coalición.

Israel Nuestro Hogar (Israel Beitenu), liderado por Avigdor Liberman, abanderado de la laicidad del Estado y tradicional socio del bloque de derecha, ha asegurado que no lo apoyará mientras este siga aceptando el «chantaje» de los ultraortodoxos, lo que debilita a este sector.

El bloque de partidos de centro y de izquierda que busca encabezar Gantz estaría compuesto, en principio por Azul y Blanco, la Unión Democrática y la alianza Laborismo-Guesher, ambos alcanzando alrededor de 5 escaños según las últimas encuestas, lo que les dejaría en 42.

Asumiendo que la Lista Conjunta, compuesta por los partidos árabes y que obtendría 11 escaños, mantenga su posición de no sumarse a ningún gobierno, Gantz estaría lejos de poder formar la coalición que pretendía.

Con este escenario, Liberman, con los alrededor de 10 escaños que le dan las encuestas, volvería a tener la llave del Ejecutivo. Pero este mezcla dos elementos que resultan difíciles de conciliar para ambos bloques: una política de derecha con una defensa férrea de la separación de la religión del Estado.

En este contexto, estos son algunos de los escenarios que se podrían presentar tras la jornada electoral del martes:

– Gobierno de unidad con Liberman:

Tanto Gantz como el líder de Israel Nuestro Hogar han sugerido la formación de una coalición laica compuesta por sus partidos y el Likud, para dejar a los partidos extremistas fuera del gobierno. En ese caso, el interrogante sería, primero, si la encabeza Likud o Azul y Blanco y, segundo, si contará o no con la presencia de Netanyahu. Se especula que, como parte de las negociaciones, Bibi requeriría una ley de inmunidad para altos cargos, que le protegería en los casos de corrupción de los que se le acusa, algo que Gantz, en principio, no estaría dispuesto a aceptar.

– Gobierno de unidad sin Liberman:

Si se mantienen las previsiones, Likud y Azul y Blanco podrían formar su propia coalición de gobierno y no depender de Liberman para la estabilidad del Ejecutivo. Si Gantz se aferrara a su postura de no gobernar con Netanyahu, el Likud podría optar por seleccionar otro candidato para liderar su partido.

– Netanyahu suma a Liberman a una coalición de derecha y religiosos

Para que se dé esta situación, el actual mandatario debería mediar entre el líder de Israel Nuestro Hogar y los ultraortodoxos, sobre todo en torno a la ley de reclutamiento militar obligatorio para esta comunidad, que fue el obstáculo para la formación de una coalición tras las últimas elecciones de abril.

– Gantz lidera una coalición con Liberman y los árabes

Aunque Gantz logre incorporar a Israel Nuestro Hogar a su coalición, según las últimas encuestas, tampoco alcanzaría el mínimo de 61 asientos para formar una coalición. En ese caso, requeriría del apoyo de la Lista Conjunta, formada por cuatro partidos con mayoría árabe, que difícilmente aceptaría incorporarse al Gobierno pero que podría acordar su apoyo parlamentario a un gobierno en minoría liderado por Gantz.

– Coalición de derecha sin Liberman

Solo sería posible si el Likud o sus posibles socios de coalición tuvieran un resultado bastante superior a lo que indican las encuestas, incluyendo el ingreso de Poder Judío (Otzma Yehudit) al Parlamento.

Estos escenarios son algunas de las posibilidades para la formación de un Ejecutivo que, según los números, dependerá de las negociaciones entre los partidos tanto o más que de los votos emitidos. EFE y Aurora

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