Cerca de quince mil palestinos quemaron neumáticos y arrojaron granadas, bombas de tipo caño y piedras a las tropas israelíes que vigilaban la frontera con la Franja de Gaza el viernes, por séptima semana consecutiva en protesta por el bloqueo sobre el enclave costero establecido desde hace una década, cuando el grupo terrorista Hamás se apoderó de ese territorio mediante un violento golpe de Estado contra la Autoridad Palestina.
Los soldados israelíes respondieron la agresión con gas lacrimógeno y fuego real desde el otro lado de la valla fronteriza. El Ministerio de Salud de Gaza, controlado por Hamás, dijo que un palestino de alrededor de cuarenta años murió durante los disturbios.
El cabecilla de Hamás, Ismail Haniyeh, apareció en la frontera norte de Gaza para animar a los manifestantes.
“Esperamos que en la gran marcha del 14 y 15 de este mes, toda el pueblo palestino salga a la calle en Palestina”, afirmó.
Durante las protestas, cientos de palestinos destruyeron y prendieron fuego un complejo de combustible y una cinta transportadora del lado del paso fronterizo de Kerem Shalom, controlado por los palestinos. Se trata del principal paso para las cientos de miles de toneladas de mercancías que ingresan diariamente desde Israel a la Franja de Gaza. Los destrozos que fueron permitidos –y muy probablemente alentados- por Hamás provocaron más de nueve millones de dólares en daños e interrumpieron la importación de combustible y materiales de construcción para la Franja.
El ministro de Defensa, Avigdor Liberman, ordenó el cierre del paso fronterizo hasta nuevo aviso.