Un joven domiciliado en Kfar Saba, a quince kilómetros de Tel Aviv, identificado como Oshri Asulin, falleció en el Hospital Sheba de Tel Hashomer, como resultado de una extraña complicación derivada de la nueva enfermedad COVID-19, tras haberse recobrado del virus.
El Canal 12 reportó que Asulin ingresó hace dos meses al Hospital Sheba con fiebre y fuertes dolores abdominales. En un principio, en la prueba para detectar el coronavirus fue diagnosticado positivo y su condición fue catalogada como moderada. Pero, luego su estado se deterioró y desarrolló problemas cardíacos que se han registrado solamente en un pequeño número de casos de niños infectados por el virus.
Los médicos decidieron sedarlo y entubarlo en un respirador artificial. En el hospital, fue resucitado cuatro veces, según el portal de internet de noticias Kikar Hashabat orientado a la comunidad ultraortodoxa.
La familia de Asulin dijo que recientemente las pruebas para diagnosticar el coronavirus habían dado negativo, pero que aún seguía siendo tratado en la sala especial reservada para enfermos de coronavirus.
La familia de Asulin está compuesta por sus padres y tres hermanos. Sus restos fueron depositados el domingo en el cementerio de Kfar Saba.
Asulin, un ex soldado de las Fuerzas de Defensa de Israel, se volvió más religioso hasta integrarse en la comunidad judía ultraortodoxa, bajo la línea del movimiento jasídico de Breslev.
Con 26 años, Asulin es la víctima fatal más joven de la pandemia en Israel.