Abdullah Morsi, el hijo menor del ex presidente egipcio Mohamed Morsi, falleció en El Cairo de un ataque al corazón, unos dos meses y medio después de que su padre muriera en medio de las acusaciones de «asesinato» a manos de las autoridades egipcias que le mantenían preso.
El abogado del ex mandatario, Abdelmonein Abdelmaqsud, dijo que el joven pereció de una crisis cardíaca mientras conducía su vehículo en la zona de Hadayq al Ahram, en el suroeste de la capital egipcia, cerca de las pirámides de Guiza.
Según el letrado, un amigo que viajaba con él pudo tomar el control del vehículo, detenerlo y trasladar a Abdullah a un hospital cercano.
Sin embargo, el hijo de Morsi llegó muerto al centro sanitario de Al Waha, agregó Abdelmaqsud.
Asimismo, el abogado dijo que está llevando a cabo los trámites necesarios para que el cuerpo sea entregado a la familia para su funeral y entierro.
La muerte repentina de Abdullah tiene lugar varias semanas después del fallecimiento de su padre el 17 de junio pasado, a los 67 años de edad, tras haber pasado seis años encarcelado.
Morsi se considera el primer presidente egipcio elegido democráticamente, en 2012, pero fue derrocado el 3 de julio de 2013 en un golpe de Estado militar encabezado por el actual jefe de Estado, Abdelfatah al Sisi.
Desde su derrocamiento, estuvo en prisión en régimen casi de aislamiento y sus abogados y familiares denunciaron repetidamente que no recibía la asistencia médica que requería, por lo que su muerte fue calificada por sus seguidores de «asesinato» por negligencia.
Tras la caída en desgracia de Morsi y del grupo que le llevó al poder, los Hermanos Musulmanes, la familia ha mantenido un perfil bajo y lejos de los focos de los medios de comunicación, aunque alguno de sus hijos también fue perseguido por las autoridades. EFE