El ministro de Turismo, Yariv Levin, manifestó que a pesar de las declaraciones previas formuladas por el primer ministro en funciones, Benjamín Netanyahu; la aplicación de la soberanía israelí en el Valle del Jordán y las comunidades judías de Judea y Samaria (Cisjordania) no será elevada para su discusión en el Gabinete, el próximo domingo.
Durante una entrevista ofrecida al canal estatal Kan, Levin explicó que el fiscal general del Estado, Avichai Mandelblit “precisa varios días” para la preparación de los documentos antes de comenzar el proceso.
Por su parte, la diputada Ayelet Shaked, del partido Yamina, le dijo a la Radio del Ejército (Galei Tzáhal) que “Mandelblit no frenará el proceso histórico de aplicar la soberanía israelí sobre Judea y Samaria”.
Poco después de que el presidente norteamericano, Donald Trump, presentara su plan de paz, Netanyahu manifestó que propondría la anexión de los asentamientos judíos de Cisjordania al Gabinete a principios de la semana próxima. Esto, a la luz del hecho de que el plan de paz de Trump incluye el reconocimiento inmediato estadounidense de la soberanía sobre el Valle del Jordán, el norte del Mar Muerto, y todos los asentamientos.
Netanyahu puntualizó que extenderá la ley israelí en dos etapas: “Primero elevaré para su aprobación, en la próxima reunión del gobierno, la decisión de comenzar a aplicar la ley israelí en el Valle del Jordán y todos los asentamientos. Después de un trabajo administrativo en Israel y en coordinación con Estados Unidos, la ley se comenzará a aplicar en territorios adicionales. Tomará un tiempo. Cancelaremos la administración militar sobre más de medio millón de israelíes en los asentamientos tras la decisión del Gobierno”.
“Tras la aplicación de la ley israelí, se eliminarán todas las restricciones a la construcción y otros asuntos que anteriormente requerían la aprobación de Estados Unidos», agregó Netanyahu. «La mayoría de los asentamientos ilegales se encuentran en áreas que quedarán en manos de Israel. Israel continuará controlando la seguridad en todas las áreas de Cisjordania. Los palestinos no tendrán un aeropuerto, recibirán un muelle para ellos en los puertos de Ashdod y Haifa, y el control de todos los cruces fronterizos permanecerá en manos de Israel”.